Multitudinario respaldo a la ley de Emergencia Social

Con duras advertencias y amenazas de «salir a las calles en diciembre», organizaciones sociales y la CGT se manifestaron frente al Congreso para exigir, entre otras cosas, que se promulgue la ley de emergencia social, que esta semana tuvo media sanción en el Senado.

El primero en tomar la palabra fue Carlos Acuña, integrante del triunvirato que conduce la central obrera. En su discurso, el dirigente de estaciones de servicios dejó en claro que la CGT buscaba endurecer su posición hacia la Casa Rosada al lanzar: «Se terminaron los tiempos que tenían para gobernar, queremos respuestas ya».

En la misma línea, reclamó «respuestas concretas» al pedido de ayuda social, tras advertir que la central obrera y las organizaciones «no van a dudar en tomar las medidas que tengan que tomar para que escuchen».

Acuña también le reclamó al presidente Mauricio Macri «que empiece a cumplir con sus compromisos de campaña» y advirtió que en caso contrario es «inútil» la mesa de diálogo que la CGT mantiene con el Gobierno.

«Esta CGT con los movimientos sociales no va a dudar en tomar las medidas que tenga que tomar para que nos escuchen. No vamos a aflojar ni un centímetro».

El coordinador nacional de Barrio de Pie, Daniel Menéndez, fue particularmente duro a la hora de advertir al oficialismo sobre las consecuencias de un eventual veto a la Emergencia Social. «Somos respetuosos y tenemos paciencia, pero la sociedad y el pueblo van a defender el salario y sus derechos, y van a ganar la calle durante todo diciembre repudiando a un presidente que no se pone en los pies de los que menos tienen», disparó.

«Este año ha sido uno de los peores en materia de derechos de los trabajadores. No se reclaman planes sociales, se reclama trabajo. Los diputados tienen ahora una responsabilidad histórica», agregó.

Luego de los discursos de Juan Carlos Alderete, referente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), y Esteban Castro, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), el cierre estuvo a cargo del secretario general de la CGT, Juan Carlos Schmidt, quien al igual que sus antecesores, hizo hincapié en la importancia del acto en el que confluyeron trabajadores en blanco y en negro.

«Durante mucho tiempo se criticó a la CGT porque se ocupaba únicamente del trabajo registrado. Algo de razón había. Pero también quiero decir que esa actitud respondió a un tiempo donde la regla general era que había trabajo y la excepción era la desocupación. A ese lugar queremos volver. Ese blanqueo es el que queremos para el país», evaluó con un dejo de ironía.

«Con un tercio de pobres, nadie vive en el país que quiere. Y si vastos sectores populares sufren, la Argentina va a estar dando tumbos cada vez más serios y grandes. El pueblo trabajador no fuga capitales ni arroja bolsos por encima de los muros. Queremos la democratización de la economía para terminar con la desigualdad», cerró.

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