En entrevista con ABC, el joven economista de 32 años y actual funcionario del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, analiza la gestión del Intendente, la coyuntura política del distrito y su rol en el corto plazo.
¿Cómo ves, en líneas generales, la gestión del primer período del Intendente Sanzio?
Hoy muy bien. Con un recorrido de menor a mayor, aprender la mecánica burocrática del Estado no es nada fácil.
El Poder Ejecutivo no es para cualquiera. Necesitás saber armar equipo y conducirlo, porque si no se combinan esas dos cualidades, lejos de resolver los problemas a la sociedad, terminás generándolos o, de mínima, dilatando su resolución.
El intendente supo elegir las personas para ocupar las diferentes áreas del municipio y también realizó los cambios cuando los creyó necesarios. Esto habla de una buena capacidad de autocrítica, que es lo que más se nos reclama a los que nos apasiona la política.
¿Y en lo más fino? ¿Qué temáticas te parecen más relevantes?
Las obras de infraestructura están llegando y se ven, son innegables. La buena coordinación con el Gobierno Nacional y el Provincial evidentemente da sus frutos.
Con la organización del operativo de vacunación, hay que sacarse el sombrero. Funcionó tan bien en tándem con los diferentes niveles de Gobierno que hoy Baradero tiene vacunadas con la primera dosis a casi todas las personas inscriptas.
Pero el plus distintivo de cualquier gestión es crear nuevos puestos de trabajo. Objetivamente, la gestión anterior se fue con un saldo negativo y la pandemia profundizó esa situación. Ahora es momento de dar vuelta la página y aumentar las fuentes de trabajo para los y las baraderenses. El anuncio reciente de la radicación de una empresa autopartista que va a generar 500 nuevos puestos de laburo va en ese sentido, sin contar los empleos indirectos y el impacto que tendrá en la economía local.
¿La unidad del Frente de Todos es real?
Sí, claro. En un frente conviven diferentes matices de cómo interpretar la realidad y de cómo abordarla. Pero eso no tiene por qué ser un problema, todo lo contrario, puede ser enriquecedor.
Eso sí, siempre y cuando nadie saque los pies del plato porque si no la política termina siendo un show de las diferencias y no resolvés nada. Y el tema es ese: resolverlas. Si las PASO van a ser a costa de hablar mal de compañeros y compañeras porque no se nos ocurre una mejor propuesta, prefiero una lista de unidad que dirima antes sus diferencias. No hay que sobreponer los proyectos personales a los colectivos.
¿En qué rol te imaginas en el corto plazo?
Quiero ser concejal. Nunca me quise apurar en cubrir lugares para los que no estaba preparado.
Hoy, con 32 años, más de 10 años militando políticamente en el Peronismo y 11 trabajando en el Poder Ejecutivo y Legislativo, tengo un recorrido que entiendo es suficiente para arrancar esta nueva etapa. Sobre todo, estos dos últimos años desempeñándome como Coordinador de la Subsecretaría de Primera Infancia de la Nación fueron de mucho aprendizaje en relación a la gestión, a coordinar con otros actores de la política y de la sociedad para que los proyectos salgan adelante y salgan bien y, así, poder responder con agilidad frente a las dificultades que se presentan, que en pandemia fueron muchas y variadas.
¿Qué podrías aportar desde ese lugar?
Me parece que puedo contribuir a dar un salto de calidad en todo lo que se hizo y lo que se va a seguir haciendo, aportando desde la experiencia y desde mi perfil profesional.
A las obras hay que darles contenido, a los puestos de trabajo, estabilidad. Es imposible hacerlo sin un Gobierno Nacional y Provincial en línea, pero una vez que sucede, el rol del Concejo es clave, desde el bloque oficialista hasta el opositor. Y ambos, representando los intereses de los vecinos y vecinas de Baradero.