Las primeras señales de alarma se encendieron en el equipo económico de Mauricio Macri. Es que llegaron los números de recaudación impositiva de junio, y pese a una inflación que ronda el 40% anual, los datos de la afip señalan un crecimiento de tan sólo 24%.
El Gobierno había establecido como uno de sus objetivos principales detener el déficit fiscal, sin embargo estos números indican que los ingresos públicos se mostraron unos 20 puntos porcentuales por debajo de la inflación acumulada en los últimos 12 meses.
Entre las causas que explican los magros resultados, fue el tan leve incremento de recaudación del Impuesto a las Ganancias, que subió poco menos del 14% interanual (aportó una cifra cercana a los $49.000 millones).
Otro de los factores que pesó en el resultado fue la drástica caída que mostraron los Derechos de Exportación, que en junio cayeron más del 50%. Traducido en números, la pérdida de recaudación de este gravamen superó los $5.400 millones.
Por último, puede sumarse a la lista el incremento en el rubro «reintegros». En el sexto mes del año se devolvieron $2.200 millones, un 83% más que en igual período del 2015 (cuyo monto fue de $1.200 millones).
Además de esto se hizo sentir con fuerza la retracción del consumo, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que las ventas en los comercios minoristas medidas en cantidades bajaron en junio 9,8% en relación a igual mes de 2015.
La caída se vio reflejada en los números del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que mostraron un incremento apenas superior al 38% en su porción tributaria. En concreto, este rubro aportó algo más de $33.300 millones.
La baja fue la mayor que se produjo en el año. Desde CAME advirtieron que esta disminución agrava «la situación de las empresas del sector, que con poco margen de liquidez, deben afrontar las fuertes subas en los costos de la actividad».