Según constató un equipo internacional de científicos y científicas, la enfermedad de Parkinson, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y otras enfermedades neurodegenerativas afectan la formación de nuevas neuronas en el hipocampo, una estructura cerebral clave en la memoria y la regulación del estado de ánimo. El hallazgo, que contó con la participación de una científica del Consejo, fue publicado en la prestigiosa revista Science y podría inspirar en el futuro intervenciones preventivas.
Una investigación previa publicada por el grupo de María Llorens-Martín, investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa en Madrid, ya había descripto la presencia de neuronas inmaduras en el hipocampo, revelando la ocurrencia de neurogénesis adulta en humanos. En un reciente trabajo del mismo grupo, se identificó por primera vez la existencia de células madre en el hipocampo a partir de las cuales se generan neuronas nuevas durante toda la vida.
El equipo de Llorens-Martín ha conseguido a lo largo de una década, una colección de 48 muestras de cerebro humano que le permitió reconstruir por primera vez cada paso del proceso de neurogénesis adulta. Esto le permitió concluir que en pacientes con ELA, enfermedad de Huntington, Parkinson, demencia con cuerpos de Lewy, o demencia frontotemporal la neurogénesis adulta se ve afectada de manera diferencial. “Este estudio no sólo caracteriza por primera vez en detalle el nicho, es decir, el entorno en el cual se generan estas neuronas nuevas en el hipocampo humano, sino que también demuestra que en enfermedades neurodegenerativas en donde el hipocampo no es el blanco principal, el proceso de neurogénesis adulta se ve afectado”, asegura Mariela Trinchero, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aireas (IIBBA, CONICET-Fundación Instituto Leloir).
La neurogénesis adulta representa un mecanismo extraordinario de plasticidad neuronal, que le confiere al cerebro una gran capacidad de adaptación y remodelado. Si bien el hipocampo es sumamente moldeable, también es muy vulnerable a enfermedades neurodegenerativas y psiquiátricas. De hecho, el trabajo de Llorens-Martín demuestra que cada enfermedad tiene un patrón de afectación característico o “firma” celular propia en cuanto a cómo afectan al proceso de neurogénesis adulta. “Si en un futuro se pudiera evitar dicho deterioro, tal vez se podrían prevenir algunos síntomas cognitivos o del estado de ánimo que sufren estos pacientes y que estarían relacionados con una disfunción del hipocampo” concluye Trinchero.