San Luis salió con los tapones de punta contra la reducción de barreras comerciales a China. Denuncia que fomenta la competencia desleal con la industria argentina y que, por ende, lesiona la actividad nacional.
Desde la gobernación, colocaron a esta acción en línea con los “más de 4,3 millones de zapatos, cinturones y carteras importadas, además de la autorización sobre comienzos de 2017 a 250 productos importados nuevos”. En ese sentido, convocó para este miércoles a las 10:30, en la casa de San Luis, a una primera ronda con cuarenta empresarios para debatir esta situación.
Nicolás Rodríguez Saá, director de la Casa de San Luis en Buenos Aires y una de las principales voces de la gobernación puntana, aseguró tener fuerte acompañamientos de varios sectores de la CGT y otras cámaras empresarias. “En los momentos difíciles, hay que correrse de la soberbia y escuchar a todos por igual; empresarios, gremialistas y movimientos sociales. San Luis es una provincia estable y con proyección porque siempre escucho a todos. Desde el gobierno nacional tienen que percibir la precarización y la falta de trabajo que hay en la calle”, dijo el joven Rodríguez Saá. “Mientras Macri quiere que compremos chino, San Luis elige el trabajo argentino, nuestra industria está en riesgo y es irresponsable no ver una apertura encubierta de importaciones”, opinó.
En el mes de marzo -a partir del conflicto con la cerámica San Lorenzo-, San Luis propusieron expropiar las fábricas que hayan cerrado para que vuelvan a funcionar, siempre y cuando los trabajadores tengan la voluntad de activar la producción.
“El camino para la reactivación económica y el cese de suspensiones es la promoción de la industria nacional”, concluyó