La empresa SanCor atraviesa por uno de sus peores momentos económicos. Para revertir la situación, las autoridades de la empresa se reunieron hace algunas semanas, con el presidente Mauricio Macri, en la Casa Rosada, a fin de presentar un plan de reestructuración y un pedido de auxilio financiero por 4.000 millones de pesos.
Por lo que trascendió, el Presidente les negó el auxilio y habría dicho que no entendía, cómo después de haber vendido parte de una de sus líneas de productos y en dificultades financieras, habían aprobado una paritaria con el gremio que implicaba un 40% de aumento en los sueldos, complicando al resto de la industria. Además les habría recordado que ya les habían prestado 250 millones de pesos.
El último sábado en Mendoza, el ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile fue contundente: “SanCor vendió una de las líneas más importantes que tenía y debe reestructurar su deuda. En 2016 le dimos un auxilio financiero de más de $ 250 millones y ellos convalidaron subas salariales con pautas que no puede dar una empresa en su situación. No los vamos a ayudar financieramente. Pero nos vamos a sentar con ellos para asistirlos en un replanteo. Sancor nos preocupa mucho, son muchas fuentes de trabajo”, señaló Buryaile a Clarín.
Así las cosas, la empresa se abocó a un riguroso plan de reestructuración que se manifestó en la decisión de cerrar cuatro plantas, que en conjunto empleaban a unas 500 personas, como primer paso para reducir de 15 a 9 establecimientos en operación y achicar la nómina de 4.000 a 2.500 trabajadores. De ahí que aún peligran los puestos de otras 1.000 familias.