Bajo la consigna «Unidad en la Ciudad», el Movimiento Evita realizó un acto con el que dejó inaugurada su sede central en la Ciudad de Buenos Aires. La presencia de Felipe Solá en un encuentro organizado por Jorge Taiana dejó un claro mensaje electoral de cara a las elecciones legislativas. Es que por estas semanas crece la versión que indicaría que ambos dirigentes confluirían en un frente electoral que incluiría a sectores del peronismo junto al massismo y al progresismo porteño.
Es así que el acto contó con una amplia gama de dirigentes políticos. Desde la diputada de Libres del Sur Victoria Donda hasta el senador Juan Manuel Abal Medina pasando por los legisladores porteños del Bloque Justicialista María Rosa Muiños, Silvia Gottero y Claudio Heredia. Asimismo, la CGT se hizo presente en la figura de Andrés Rodríguez quien estuvo acompañado por Fernando Barrera y Hugo Vásquez.
Párrafo aparte merece la nutrida presencia de dirigentes del peronismo ligados a Víctor Santa María. Además de Daniel Filmus y Eduardo Valdés, los legisladores Gabriel Fuks y Gustavo Vera se acercaron hasta el acto del Movimiento Evita en una señal que bien podría entenderse como la confirmación del distanciamiento con la Cámpora.
Más allá de la dificultad que supone la articulación electoral de todos los dirigentes mencionadas, lo cierto es que la posible candidatura de Felipe Solá pateó el tablero electoral, ya que frente al histórico statu quo de la ciudad junto a la incertidumbre de Martín Lousteau, el ex gobernador bonaerense movilizó un amplio espectro político con ambiciones de plantar una alternativa al PRO de cara al 2019.
Quienes trabajan detrás de la candidatura de Solá aseguran que el PRO pagará un categórico costo electoral por la gestión de Mauricio Macri, y en este sentido, no dudan en afirmar que hay un espacio amplio para ocupar en la principal vidriera electoral del país.