A raíz de la pandemia, el Gobierno Nacional implementó el “Aislamiento
Social Preventivo y Obligatorio” el cual incluye fuertes restricciones a la
circulación y desincentiva el uso del transporte público masivo de
pasajeros por ser un espacio propenso al contagio del COVID-19. Como
correlato, sugiere el uso del transporte privado y la movilidad activa.
Por este motivo, un grupo de investigadoras e investigadores del
CONICET y Universidades Nacionales, vienen estudiando las
experiencias de movilidad (proyecto ANPCyT PICT 2017-1880), elaboraron
una encuesta para estudiar las prácticas de cuidado y las percepciones
sobre el viaje en el transporte público en contexto de pandemia.
Como líneas principales los resultados mostraron una alta aceptación
e internalización de las medidas de distanciamiento. Asimismo, sugieren que hay prácticas de cuidado que deberían reforzarse para su realización.
Las medidas generan una sensación de seguridad pero el temor al
contagio en el transporte público es muy alto.
En este sentido, visibilizan que en una perspectiva de futuro el transporte público sigue siendo la principal opción de viaje, a la que se suma, un alto interés por el uso de la bicicleta o la movilidad a pie. En su conjunto, los resultados son importantes para pensar el modo en que organizamos nuestra vida urbana con el propósito de aportar a la elaboración de políticas tendientes a fortalecer una movilidad pública, activa y segura.
La encuesta tuvo lugar entre el 2 y 9 de Mayo de 2020, se indagó sobre los
viajes realizados en las dos semanas previas, periodo en el que número
de viajes en el AMBA rondó los 800 mil. A través de un cuestionario online
autoadministrado, difundido por redes sociales y medios de prensa,
contestaron 1.252 personas, 58% mujeres, 41% varones y 1% otros, mayores
de 18 años, de los cuales 56% reside en CABA y 44% en el Gran Buenos
Aires. Un dato a tener en cuenta es que el 58% de los encuestados tiene
terciario-universitario completo.