Después de casi tres años al frente del Gobierno británico, Theresa May ha anunciado que presentará su dimisión el próximo 7 de junio. «Hice todo lo que pude para intentar convencer a los diputados para que respaldaran el acuerdo del Brexit», dijo May en su breve discurso de renuncia.
Tras su encuentro con el presidente del Comité parlamentario 1922, Graham Grady, y ante la presión insostenible de los diputados «tories», la «premier» ha decidido finalmente renunciar como líder conservadora, aunque seguirá temporalmente en Downing Street hasta la elección de su sucesor o sucesora.
«Lo intenté tres veces, pero no pude lograrlo», reconoció May, que aconsejó sin dudarlo a sucesor o sucesora que no dude «en buscar un punto de acuerdo» y en evitar soluciones extremas.
May mantuvo un tono severo hasta el final de su intervención, cuando se le quebró la voz en el momento de afirmar: «He sido la segunda primera ministra pero seguramente no seré la última». Se despidió con los ojos vidriosos y a punto de llorar: «Doy gracias por la oportunidad de haber servido a un país al que amo».
La previsible debacle del Partido Conservador en las elecciones europeas y el furor causado en su propias filas por su intención de abrir las puertas a un segundo referéndum en la nueva ley del Brexit han precipitado su caída, al cabo de tres intentos fallidos de aprobar su acuerdo con Bruselas en el Parlamento.
