La estrategia del oficialismo bonaerense quedó bien clara desde el domingo pasado, cuando ocurrieron las dos muertes en el recital del Indio Solari en Olavarría: exponer y señalar al intendente local como el responsable institucional de la tragedia.
Ezequiel Galli, quien a pesar de pertenecer a Cambiemos, no tuvo acompañamiento oficial y la primer conferencia de prensa tras los hechos, la enfrentó en la más fría soledad.
La gobernadora María Eugenia Vidal por su parte, no salió a enfrentar a los medios para ensayar algún tipo de explicación por la ausencia estatal, señalada por los miles de concurrentes al show de Solari.
Sin embargo Vidal envió dos emisarios: los ministros Joaquín De la Torre (Gobierno) y Cristian Ritondo (Seguridad). Pero ninguno se mostró con el alcalde cuestionado por haber avalado el show.
Mientras De la Torre fue a «contener» a un Concejo Deliberante que le pedirá explicaciones al jefe comunal, Ritondo apuntó contra Galli al sostener ayer, en conferencia: «Quien habilita cada uno de estos eventos masivos es la intendencia», señalando a Galli como único responsable gubernamental por lo ocurrido.
No sólo eso, el titular de Seguridad también criticó la decisión local de trasladar en camiones a las personas que se habían quedado varadas en la ciudad. Y contó que ordenó «detener esos camiones para trasladarlos (a la gente) en colectivo luego».
