Martiniano Molina, intendente de Quilmes, despidió esta tarde a 400 trabajadores municipales. Desde ATE respondieron con protestas y con el anuncio de un cacerolazo. “Son despidos nuevos de trabajadores de distintas áreas que en su gran mayoría estaba contratados, en algunos casos con cinco años de antigüedad”, aseguró el el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado quilmeña, Claudio Arévalo.
El jefe de Gabinete de la Municipalidad, Guillermo Sánchez Sterli, argumentó que se trata de “contratos políticos mensualizados que «heredaron» de la gestión anterior. La protesta de los empleados municipales no se hizo esperar y el martes se manifestaron con un corte del tránsito en el cruce de las avenidas Hipólito Yrigoyen y Rivadavia, frente a la estación del tren Roca, según relató Télam.
Sánchez Sterli sostuvo que la gestión de Martiniano apunta a “una política de reempadronamiento estudiando cada perfil por la gran cantidad de personal heredado”.