Este lunes la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, firmó una ley para la institución de un nuevo sistema electoral proporcional.
El sistema binominal se elimina de esta manera. Método heredado de la dictadura militar de Augusto Pinochet y que privilegiaba a los partidos con mayor votación.
El sistema binominal, que aplicaba para la elección de parlamentarios, reparte dos cargos en cada una de las circunscripciones definidas para el proceso comicial. Los escaños se reparten entre las dos listas de candidatos más votados, a razón de un cargo para cada una.
Para que una sola lista obtuviera los dos escaños, debía sumar el 66% de los votos emitidos en un distrito electoral.
Este criterio de elección, único en el mundo, ha sido cuestionado en algunos sectores por considerarse que atenta contra la representación de las minorías.
«Era un sistema concebido a partir del miedo, el miedo a la libre determinación de las personas, a la representación plena, a la inclusión, a las mayorías, a la democracia. En definitiva, el miedo a la competencia y a la plena democracia», sentenció la mandataria a la agencia Prensa Latina.
Con el nuevo sistema, que se pondrá en práctica por primera vez en los comicios de 2017, la cantidad de diputados pasará de 120 a 155 y los senadores de 38 a 50.
Los nuevos distritos electorales elegirán hasta cinco representantes de acuerdo a su población. Asimismo, se establece que al menos un 40 por ciento de los candidatos sean ser mujeres.
La ley fue aprobada en el Congreso en enero de 2015, con los votos de partidos de izquierda y sectores de la derecha liberal opositora, después de 26 proyectos descartados.
El sistema binomial se mantuvo 25 años después de la dictadura pinochetista, gracias a la resistencia de partidos de ultraderecha como Renovación Nacional y Unión Democráta Independiente.