El 17 de octubre de 1945, el pueblo salió a la calle a reclamar por sus derechos. Sin darse cuenta, ese día se iniciaba una historia de amor con su líder y comenzaba a consolidarse un proceso de transformación que marcaría a nuestro país hasta hoy.
Esa historia sigue viva y muy a pesar de aquellos que nos proscribieron e intentaron a cualquier costo eliminarnos de las conciencias colectivas. El peronismo, su historia y, sobre todo, sus ideales, siguen presentes en muchas mujeres y hombres que brindan su tiempo a una causa justa, la felicidad del pueblo argentino.
Pero, esta historia nunca se puede escribir de espaldas a la gente. Porque este romance nació justamente allí, con las masas. No puede convertirse en amorío chico, porque el peronismo es de todos y para todos.
Tras el resultado electoral adverso, el peronismo tiene el desafío de volver a enamorar representando los intereses de las amplias mayorías que padecen hoy una enorme pérdida de su poder adquisitivo, consecuencia de un modelo económico que ve en el trabajador a su variable de ajuste.
Tras el resultado electoral adverso, el peronismo tiene el desafío de volver a enamorar representando los intereses de las amplias mayorías. La tarea de representar la agenda de nuestro pueblo nos pone frente a la necesidad de acompañar y escuchar no solo al vecino en su barrio sino también al trabajador en su fábrica, a las amas de casa, a la juventud que busca nuevas oportunidades y a los siempre relegados por un sistema de exclusión. Por esto es que valoramos y enaltecemos el trabajo de los intendentes, porque son ellos los que se enfrentan cara a cara con las necesidades de nuestro pueblo y que buscan dar respuesta en territorios que cada día demandan más en su amplia heterogeneidad.
El vamos a volver nos seduce a todos, porque el peronismo nació ganador. No concebimos el modelo Bachelet como tantos pregonan, por eso debemos aprender que hubo mezquindades en las elecciones pasadas que nos llevaron a una dura derrota. En todo caso, el Genral Perón, no hubiese escrito “Actualización Política y Doctrinaria Para la Toma del Poder”.
Hoy, tenemos ejemplos que nos enorgullecen y que nos permiten pisar firme en el camino hacia la meta de volver a enamorar. El Papa Francisco es un gran auspicio, de un hombre que contra viento y marea, lleva adelante la agenda de la Justicia Social por todo el mundo.
Otro ejemplo es Leonardo Nardini, intendente de Malvinas Argentinas y conducción de la Juventud Peronista quien no dejó de trabajar ni un solo día para poder llegar a representar los intereses de un territorio plagado de los malos vicios de una política que queremos dejar atrás.
Utilicemos estas guías, aprendamos su ejemplo, de caminar en la adversidad, contra patriarcados mafiosos y salgamos a la calle, a ayudar, que los tiempos que vienen son nuestros.
La misma acción es la que va a llevar a la organización. No hay vanguardia iluminada, hay jóvenes, hay pueblos, hay distintas ideas y un mismo origen: nuestra argentinidad, es ahora, con nuestra generación, donde todos unidos triunfaremos.