Luego que el Gobierno nacional avanzara con la eliminación de aranceles para la importación de computadoras, a pesar de las advertencias de los fabricantes y la CGT, empezaron a caer las primeras víctimas de esta polémica decisión.
Más de 200 empleados de PC Arts (Banghó) fueron despedidos y cerró parcialmente la fábrica de Vicente López donde armaban notebooks. Para tratar de revertir la situación, a las 11 de la mañana se van a reunir los empresarios de PC Arts con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y los dirigentes de la UOM, Antonio Caló y Francisco “Barba” Gutiérrez, entre otros.
Desde esta semana, la empresa dio 15 días de vacaciones a los 650 empleados que trabajan en esa fábrica y su producción se frenó, mientras que continúa activa su otra planta, de menor tamaño, en el Polo Tecnológico de Parque Patricios, donde cuenta con 100 empleados.
Si no hay cambios en la decisión del Gobierno, esos 650 empleados de la planta de Florida quedarían sin trabajo al regreso de sus vacaciones. «El Ministerio de Producción ratificó que el arancel va a ser 0%, después de 10 meses de negociación donde no nos escucharon. No existe ningún producto que pueda competir con China, que tiene una moneda devaluada, subsidia la importación de componentes y productos, con un reintegro del 14%. China se está quedando con el mercado mundial», explicó Carlos Suaya, presidente de PC Arts Argentina, dueña de Banghó.
«El sector propuso un proyecto al Gobierno para bajar costos, nos escuchó pero sigue igual, no hay diálogo. Podemos bajar costos entre las partes, podemos fabricar un buen producto a un precio internacional. No se entiende la medida. Con una pobreza de 32% no puede no reconocer que una planta genera cientos de puestos de trabajo, entre los directos y los indirectos, por las compras a proveedores», agregó. Y destacó que si el arancel se bajara al 16%, que es el fijado por el Mercosur para la extrazona, con arancel 0% para los insumos, serían competitivos y bajarían los precios.
Según fuentes del sector, hay otras empresas que están con graves problemas y podrían seguir los pasos de Banghó, como Novatech, Positivo BGH joint venture de la argentina BGH con la brasileña Positivo y Newsan. En estos dos últimos casos, las empresas fabrican otros productos y podrían trasladar empleados, aunque ya hubo suspensiones, según las mismas fuentes, porque la caída del consumo en 2016 no ayudó al sector de electrodomésticos en general.