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Luego de la audiencia en la que Cristina Kirchner debía notificarse del procesamiento y el embargo dictados en su contra en el marco de la causa que investiga las operatorias de dólar a futuro, el juez federal Claudio Bonadio dictó la inhibición de bienes de la ex presidenta.
Luego de esta audiencia, la ex mandataria se dirigió a la fiscalía de Gerardo Pollicita, que entiende en el caso Hotesur. Allí Cristina Kirchner presentó formalmente una denuncia contra Bonadio y contra la diputada nacional Margarita Stolbizer, «tráfico de información entre el juez y la denunciante».
Al salir de Comodoro Py, la ex mandataria embistió contra Stolbizer: «No entiende lo que lee» y «además es burra», lanzó. «Todo el tiempo que estuve (en Comodoro Py) no fue por la notificación (en la causa por la venta de dólar a futuro), fue por la denuncia que también efectué a Bonadio y a la señora Stolbizer por motivo de una falsa denuncia en mi contra» dijo.
En una improvisada conferencia de prensa a la salida de los tribunales federales, la ex mandataria agregó que «hoy quedó demostrado que el hostigamiento por parte del partido judicial ya reviste carácter casi ridículo. La animosidad es manifiesta, está claro que mi domicilio real es en Río Gallegos, a más de dos mil kilómetros. Estampar una firmar a una notificación podría haber sido tranquilamente con un exhorto en el juzgado federal de Río Gallegos. El fiscal Taiano dijo que no había ningún problema en que yo me notificara en Río Gallegos, pero el juez no, quería que me notificara acá».
Cristina afirmó que Bonadio «nos procesó por la devaluación que hizo este gobierno y por los contratos a futuro, muchos de los cuales fueron celebrados por los que hoy son funcionarios cuando eran empresarios». «Luego, siendo funcionarios pactaron con el titular del Rofex el precio. Y Bonadio le dijo al Banco Central que había que pagar los contratos a futuro, si había delito nunca lo debió haber autorizado. Por lo cual le hice una denuncia», continuó en una desordenada rueda de prensa.