1- «La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana».
Supo decir el petiso Napoleón. Los momentos de derrota son momentos de duda donde los corazones pierden su temple, momentos de dispersión, de sálvese quien pueda…
No será estéril recordar entonces como el General Las Heras en la derrota de Cancha Rayada del ejército sanmartiniano, salvó una división de 3.500 hombres gracias a su valor y serenidad, que luego serían fundamentales para garantizar la independencia de Chile en la Batalla de Maipú. Enterado San martín de la valerosa retirada de Las Heras se animó a predecir: «No desesperen: la patria existe y triunfará».
Cada uno en su espacio y según su posibilidad y responsabilidad; conteniendo, cuidando a l@s compañer@s, debatiendo y fundamentalmente organizando y movilizando tiene su columna de Cancha Rayada para poner fuera de peligro.
2- La unión en el rebaño obliga al león a acostarse con hambre. (Proverbio africano).
La unidad es «la ley primera» para evitar ser devorados por el de afuera, nos enseña el Martín Fierro. Es una necesidad estratégica y quienes atentan contra la unidad necesaria atentan contra la victoria.
Unirse es aceptar la diversidad y los matices. Tal vez no haya mejor criterio para definir los alcances de la unidad que la claridad sobre el enemigo principal. Saber quienes son el León del proverbio es una definición política de primer orden en cada etapa.
3- «Sabíamos que el agua corría rumbo al mar, y hacíamos barquitos con hojas de esperanza y vos eras la reina y yo era el capitán…» Homero Exposito.
Salvada la columna en Cancha rayada, concretada la ley primera de la unidad, solo el León se quedará con hambre si ese conjunto diverso pero decidido se da una conducción que sintetice de la mejor forma las energías colectivas.
«La conducción es un arte, y los artistas no se forman, desgraciadamente, en las escuelas. Las escuelas dan técnicos, pero no dan artistas» dijo el compañero conductor Juan Domingo. Tal vez artista se nace, como se nace conductor; pero son la acción y la lucha el escenario donde los pueblos descubren y eligen a sus líderes.
Salvemos nuestra columna, pongámosla en movimiento, arrojémonos al torrente de la acción y organización colectiva. Busquemos y busquémonos en la unidad, no con el que es igual a nosotros, sino con el que tiene nuestro mismo enemigo y confiemos en que ese torrente sabrá re-actualizar o renovar sus propios líderazgos.
Daniel Ezcurra