La diputada de la Coalición Cívica y aliada del Gobierno, Elisa Carrió, volvió a mostrarse auténtica y sin eufemismos. Esta vez, sorprendió al expresar su visible molestia con la vicepresidente Gabriela Michetti, quien consideró que la dirigente es «inmanejable».
«Que Gabriela Michetti haga silencio conmigo. Que nunca más hable mal de mí», lanzó Carrió, entre el enojo y la tristeza. Y agregó: «Tengo un dolor profundo porque siempre me han usado. Hablaron maravillas de mí en las campañas y después me desprecian«.
Michetti había declarado en La Nación que «Carrió no es una persona de trabajo de equipo, muchas de las cosas que ella plantea son sus temperamentos sin ninguna consulta ni debate en el grupo, entonces es inmanejable».
A propósito, la diputada le contestó: «No soy inmanejable, soy razonable y hay principios que no entrego. La conciencia no se entrega por un cargo», y dejó otra crítica para la vicepresidente: «Hubiera puesto mi renuncia antes de nombrar a un delincuente como Ricardo Echegaray. Esta es una diferencia moral importante que tengo con ella».
Carrió también se animó a cuestionar el entorno más cercano del presidente Mauricio Macri, aunque sin dar nombres: «Él sabe bien cuáles son los límites éticos. Si algún asesor se quiere pasar de los límites, acá está la Coalición Cívica«. Luego fue más explícita, al considerar que«hay asesores que dañan al Presidente».
La legisladora hizo esta apreciación cuando se refería al proyecto que busca promover el blanqueo de capitales: «Que los funcionarios del Gobierno puedan blanquear es un pacto de impunidad, y finalmente se sacó. Pero también hay que excluir del blanqueo a los jueces», señaló.
Por otro lado, durante una entrevista en TN, Carrió le pidió al Presidente que dé «una explicación ante la sociedad sobre el incremento de su patrimonio».