[vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_facebook type=»standard»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_column_text]
La campaña veraniega en la costa atlántica ya produjo su primer contrapunto entre los precandidatos a la presidencia del kirchnerismo, dando inicio a la campaña cuyo desenlace se sabrá primero en junio, cuando se estipula que Cristina designe su sucesor, y luego en agosto con las PASO. El eje de la discusión giró alrededor de Daniel Scioli, con su particular pero nada novedosa forma de hacer política. En tanto que despliega un discurso ultrakirchnerista, al mismo tiempo encabeza la apertura del Espacio Clarín. Y todo encaja porque es lo que siempre hizo.
El primero que se refirió a esto, dando inicio a la polémica, fue Florencio Randazzo, ministro del Interior y Transporte y quien es considerado como el contendiente que ostenta una mayor competitividad frente al gobernador aunque tampoco es considerado del cristinismo puro. Este aseguró que “El poder económico y mediático tiene candidatos en todos los partidos políticos”. En ese sentido, agregó “Que se queden tranquilos aquellos que apoyan a Cristina que Scioli no es la expresión genuina de este proyecto político nacional y popular”.
Por otro lado, Sergio Urribarri, quien si pertenece al kirchnerismo duro también se sumo a las críticas: “Daniel (Scioli) ya definió a qué espacio pertenece. Yo soy un hombre de diálogo y respeto las opiniones de todos los que piensan como yo y de los que piensan distinto, pero soy transparente y no puedo abrazarme ni estar a las risas con aquellos dirigentes, famosos, artistas o lobbistas que difaman, se burlan e intentar dañar a un Gobierno porque toca intereses de una minoría que ellos defienden”.
Dejando aparte los juicios de valor, el dato político es que la carrera por la sucesión de Cristina en el interior del Frente para la Victoria ya tuvo su puntapié inicial. Demás está decir que la Presidenta continuará cumpliendo su rol de conductora del movimiento, pero lo que se dirime aquí es el sucesor que designará y el marco de alianzas con que se pondrá en juego esta sucesión. Es decir, si el gobernador bonaerense efectivamente será el elegido o CFK le opondrá un competidor. O si no es más apropiado elaborar un esquema de acuerdo, compartiendo fórmula y listas manteniendo de esta manera legisladores e intendentes. La única que tiene una respuesta a este dilema es la Presidenta y la fecha esperada se acerca.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_single_image image=»3815″ img_link_target=»_self»][/vc_column][/vc_row]