De la Rúa: “Los peronistas son traidores, pero los radicales también”

En una entrevista con Infobae, el ex presidente, Fernando de la Rúa, fue consultado sobre cuál era el mayor desafío que se presentaba en Argentina cuando asumió en 1999, y respondió: “La falta de trabajo. Queríamos reactivar la economía para que hubiera trabajo. Para eso, pensamos que reducir el déficit era necesario y esto costaba. Son dos criterios: reducir el déficit con la austeridad o aumentar el déficit y expandir el gasto. Comparo: nosotros aplicamos el primer criterio, hoy Mauricio Macri está eligiendo el segundo. Habla de obras, de inversiones. Falta ver si la plata alcanza”.

También, cuestionó la propuesta de reducción de gasto estatal de su ministro de Economía, Ricardo López Murphy. “Cometió el error de no hacerme caso y tocar cosas de la educación. Y la educación es algo muy sensible. No era grave, él decía que el fondo de la Carpa Blanca lo pagara cada provincia, como decía la ley, y que la universidad, que tenía un crédito de cien millones, lo cancelara, o que no se renovaría. No fue nada importante. Pero ya venían mal pintadas las cosas”, analizó el ex mandatario.

En esa misma línea, explicó que “el Fondo Monetario Internacional no nos ayudaba; quedamos con pocos recursos y esto se sentía”. Asimismo, indicó que “un país que está con deuda necesita el crédito, y si los organismos internacionales te cortan el crédito, te falta la plata” y esas carencias se notan en el clima económico y en el salario.

“Teníamos ayuda del Fondo hasta que vinieron los republicanos y esto cambió. Empezaron a ahogarnos y a querer mostrar con el ejemplo del rigor contra Argentina su adhesión al principio del riesgo moral“, agregó.

También, recalcó que está convencido que él era el hombre adecuado para conducir el país tras la gestión de Carlos Menem. Sin embargo, observó: “Yo quería restablecer el respeto a las instituciones, el respeto entre las personas y el respeto a la libertad de prensa. El extremismo en el respeto a la libertad de prensa me jugó en contra, porque los programas cómicos de Marcelo Tinelli deterioraron la imagen y la autoridad del Presidente”.

Por otra parte, consideró que Carlos “Chacho” Álvarez “quiso revestir su denuncia de principios morales y fue una payasada”. Asimismo, argumentó: “Chacho se sentía mal con la situación económica. Le gustaba que la gente lo reconociera y lo aplaudiera, y, cuando las cosas son difíciles, hay que ponerle el pecho, y no fue capaz de hacerlo”.

De la Rúa confesó que se siente arrepentido de “varias cosas”, entre ellas haberle aceptado a José Luis Machinea el aumento del impuesto a las ganancias y las rebajas de sueldos a los puestos más altos de la administración.

Ante su caída en el 2001, contó que Eduardo Duhalde ya venía anunciando que él se iba a hacer cargo del Gobierno en diciembre. “Contaba con el apoyo de algunos radicales y movilizaron a gente para ocupar la Plaza de Mayo y traer violencia. Son los verdaderos culpables de lo que pasó ahí”, sentenció.

Por último, contó que renunció porque desde su propio partido lo dejaron solo y le sugirieron que esa era la única vía posible. “Los peronistas son tremendos para la traición, pero los radicales también”, reflexionó.

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