«En el mes de mayo de 2018 la industria nacional retrocedió un 1,2% en términos interanuales, cortando una racha de 12 meses de crecimiento y acumulando entre enero y mayo un aumento del 2,4%. Por su parte, la Utilización de la Capacidad Instalada en mayo se ubicó en 65%», inicia el informe.
Por su parte, -siempre según el comunicado- la industria bonaerense registrada a través del Indicador Industrial de ADIBA, rama industrial de FEBA, promedió en los primeros cinco meses del año un crecimiento del 4% al caer un 0,03% en el mes de mayo respecto de igual período de 2017. De esta forma se vio interrumpida una racha de 11 meses de crecimiento consecutivos. La mayoría de las ramas industriales muestran una tendencia decreciente o menor dinamismo en su desarrollo, al tiempo que se va incrementando la capacidad ociosa de la actividad.
Y se destaca que el contexto venidero ofrece un escenario de estancamiento de la economía explicado por el constante deterioro de la demanda por caída de salario real y ajuste en materia fiscal. “En este marco, las perspectivas de ventas de las empresas para el segundo semestre del año arrojan un 84% de empresarios que no esperan mejoras (46% que no variarán y 38% que disminuirán)”, sostiene Camilo Alberto Kahale, Presidente de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA). Además, Kahale describe: “La difícil situación de las ramas industriales mano de obra intensiva profundizan el deterioro en las perspectivas de empleo del sector: el 51% de las industrias no prevén aumentar su dotación de personal y el 40% considera reducirla”.
“Es preocupante la situación, la Provincia ya está sintiendo el desempleo, el estancamiento de la actividad industrial también afecta a las Pymes. Si no hay dinero, no hay consumo y si la gente no consume bajan las ventas y se paraliza la actividad afectando de lleno a los medianos y pequeños empresarios y comerciantes”, explica el presidente de FEBA.
“Los próximos meses muestran una economía nacional en estancamiento causado principalmente por una demanda local que continúa deprimida por la caída del salario real, a lo que se le sumará hasta fin de año el ajuste fiscal derivado del acuerdo con el FMI”, agrega el presidente de la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (ADIBA), Ing. Silvio Zurzolo. Y continúa: “En este escenario la actividad industrial seguirá sufriendo presiones de costos y enfrentando mercados locales cada vez más reducidos, al tiempo que los mercados de exportación incrementan su competitividad”.
“Las empresas y comercios requieren liquidez. Hay rubros más afectados que otros, un ejemplo es el textil y el calzado. Preocupa también la baja en la actividad de alimentos y bebidas y esto está en relación directa con la paralización de la actividad. La industria en general registra una baja del 1,2% de mayo de 2017 a mayo de 2018”, sostiene el presidente de ADIBA.
Tanto Kahale como Zurzolo sostienen que la única forma de salir de esta situación es trabajando entre todos los sector –empresarios, sindicatos, Gobierno y oposición-, en busca de una solución a corto plazo para los sectores más comprometidos, pero también pensando en un plan estructural a largo plazo para la reactivación de la economía, sin asfixiar a los sectores productivos del país”.