En el nuevo reparto de poder dentro de la cámara baja, analizado a través de las comisiones que le quedarán a cada espacio, Cambiemos suma 17 de las 45 totales (8 para el PRO, 7 para la UCR, una para la Coalición Cívica y una para el Frente catamarqueño) y el Frente para la Victoria 16 (15 propias y una del Partido Solidario).
Las otras fuerzas que presidirán comisiones son el frente UNA (massistas y delasotistas) con 7; el flamante bloque Justicialista con 3; y el peronismo puntano y Libres del Sur, con una cada uno.
En relación a las comisiones que encabezaban hasta el pasado 10 de diciembre, el Frente para la Victoria fue el que más resignó, ya que pasó de 29 a 16, por lo que perdió 13.
El otro espacio que perdió fue el Frente Amplio Progresista, que perdió dos, dado que pasó de tener dos por el socialsimo y una por el GEN, a quedarse sólo con una en manos de Libres del Sur.
Como contrapartida, el PRO fue el más beneficiado al sumar 5, y sus 3 presidencias pasaron a ser 8; en tanto que como integrantes del interbloque Cambiemos, la Coalición Cívica y el Frente Catamarqueño también ganaron al adjudicarse una única presidencia cada uno.
La única fuerza que mantuvo el equilibrio fue la Unión Cívica Radical, que continúa con sus 7 presidencias, en base a que no modificó el número de integrantes de su bancada (cercano a los 40).
Dentro del arco opositor, también ampliaron sus cuotas de poder el frente UNA, que pasó de tener 3 presidencias a sumar 7; el peronismo puntano que recuperó una presidencia tras dos años sin hacerlo y el flamante bloque Justicialista -escisión del FPV/PJ- que debutó en la lista de autoridades con 3.
En cuanto a lo cualitativo, Cambiemos le arrebató al FPV-PJ comisiones estratégicas como Asuntos Constitucionales, Legislación General, Presupuesto, Finanzas, Reglamento, Juicio Político (para el PRO); Educación, Justicia, Recursos Naturales, Minería y Seguridad (para la UCR) y Relaciones Exteriores (para la CC).
Es decir, las comisiones más importantes por las que pasan la mayoría de los proyectos claves para la gestión de gobierno, y que en el Senado el oficialismo no pudo conseguir.
A las comisiones que ganó el oficialismo también hay que sumar la de Familia, que pasó de manos del Frente Renovador al radicalismo; en tanto que en Legislación Penal la ahora ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, le dejó el lugar a un radical.
El massismo resignó la comisión de Familia pero a cambió sumó otras de importante labor como Previsión, Agricultura, Comunicaciones y Transportes (que pertenecían al FPV-PJ) y Defensa del Consumidor e Industria (que eran de la UCR).
Para el flamante bloque Justicialista, la ganancia más importante estuvo en haber conseguido dos comisiones estratégicas para la coyuntura política: la de Trabajo y la de Obras Públicas, ambas arrebatadas al FPV-PJ.
El kirchnerismo también perdió las presidencias de Deportes, que pasó a manos del peronismo puntano; y de Derechos Humanos, que quedó a cargo de Victoria Donda, de Libres del Sur.
Para amortiguar la perdida de espacios de poder, el bloque encabezado por Héctor Recalde logró mantener las presidencias de Ciencia y Tecnología, Cultura, Salud, Defensa, Comercio, Energía, Intereses Marítimos, Población y Libertad de Expresión.
Sin embargo, debió resignarse a que en el nuevo reparto le dieran algunas presidencias de comisiones de menor importancia como Vivienda, Economía, Prevención de Adicciones, Asuntos Cooperativos y Discapacidad (que eran del radicalismo); Turismo (era del GEN) y Análisis de Normas Tributarias (del massismo).