El gobernador electo de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, señaló que «no son tiempos de festejos», a pesar de haberse impuesto en las elecciones provinciales por un 73 por ciento de los votos, con una diferencia de 56 puntos sobre su inmediato seguidor, el candidato de Cambiemos, Humberto Schiavoni. «Hay que tomarlo con mucha responsabilidad en tiempos muy difíciles para la gente», evaluó el candidato peronista Herrera Ahuad y consideró que la contundente victoria del Frente Renovador de la Concordia es «un reconocimiento a las políticas públicas». Además, señaló que el espacio que encabezó «es un espacio político opositor a Cambiemos».
El actual vicegobernador de Misiones evitó proyectar la elección misionera al mapa nacional al sostener que se trató de una campaña «netamente provincial» y señaló que, a partir de ahora, el partido «comenzará a hablar del escenario nacional y las decisiones del armado para los diputados nacionales», señaló Herrera Ahuad, en diálogo con Radio 10.
El gobernador electo se describió como un «independiente» dentro del frente conformado en 2003 por un acuerdo entre peronistas y radicales, bajo el liderazgo del ex gobernador Carlos Rovira, que respaldaron la gestiones kirchnerista e integraron el bloque del FpV hasta 2015. Sobre el posicionamiento político del Frente Renovador de la Concordia explicó en otra entrevista que concedió a FM La Patriada que es opositor a Cambiemos. «Ellos fueron oposición nuestra acá en la provincia, nosotros somos opositores a nivel nacional, lógico», precisó.
«La provincia sufrió el proceso inflacionario, la pérdida de poder adquisitivo, pero es una provincia muy ordenada, con superávit, muy austera, eficiente en materia fiscal y con baja cantidad de empleados públicos, lo que nos permite, con fondos provinciales, hacer frente a programas con los que la gente pueda llevar un pan a la mesa», analizó Herrera Ahuad la gestión del frente.
«Misiones no es ajeno a la crisis que vive la Argentina», sintetizó el gobernador electo, en otra entrevista con radio Continental, y presentó como desafíos de su gobierno, la gestión de «las asimetrías con las economías de Brasil y Paraguay, países con los que comparten frontera en el 90 por ciento del territorio» y la creación de políticas públicas de inclusión para el 40 por ciento de la población misionera, que se encuentra por debajo de los 18 años.