El secretario de Estado para el Brexit y otros ministros británicos renunciaron el jueves, propinando un duro golpe a un acuerdo de divorcio con la Unión Europea que la primera ministra Theresa May está luchando por salvar.
Poco más de 12 horas después de que Theresa May anunciara que sus principales ministros habían aceptado los términos del acuerdo de divorcio, el ministro para el Brexit, Dominic Raab, y la ministra de Trabajo y Pensiones, Esther McVey, renunciaron argumentando que no podían apoyar el pacto.
También se fueron el ministro para Irlanda del Norte, Shailesh Vara y la subsecretaria para el Brexit Suella Braverman.
Estas salidas y las renuncias de dos ministros de rango menor dejan en situación precaria al dividido Gobierno de May. Raab es el segundo secretario del Brexit en renunciar por los planes de May para abandonar la Unión Europea, un divorcio que supondrá el mayor cambio en la política británica en más de 40 años.
Tras esta decisión, algunos sugirieron que Raab podría posicionarse como candidato para suceder a Theresa May.
«Ante todo, no puedo conciliar los términos del acuerdo propuesto con las promesas que hicimos al país en nuestro manifiesto en las últimas elecciones», dijo Raab. «Se trata, en el fondo, de una cuestión de confianza pública», agregó.
A menos de cinco meses para que Reino Unido abandone la UE el 29 de marzo, las renuncias ponen en duda la estrategia de May para el Brexit.
Los líderes de la UE se reunirán el 25 de noviembre con el fin de firmar el acuerdo de divorcio, pero en Londres la situación del Ejecutivo es dramática y algunos diputados están expresando sus dudas sobre la supervivencia del Gobierno.
Un diputado euroescéptico del Partido Conservador de Theresa May dijo que otros miembros de la agrupación política están enviando cartas, o cada vez tienen más deseos de enviarlas, para poner en marcha un voto de censura sobre el liderazgo de la primera ministra.
La moción podría presentarse si 48 conservadores envían estas cartas. May podría ser derrocada si 158 de sus parlamentarios votan en su contra.
El Partido Laborista británico, principal grupo de la oposición, dijo que el Gobierno se estaba «desmoronando».
«Theresa May no tiene autoridad y es claramente incapaz de entregar un acuerdo para el Brexit que cuente ni siquiera con el apoyo de su gabinete, por no hablar del Parlamento y la gente de nuestro país», dijo Jon Trickett, miembro del equipo del líder laborista Jeremy Corbyn.