Tras un proceso que se extendió por meses, hoy votaron los senadores brasileros la destitución de la mandataria brasilera Dilma Rousseff, quien deberá abandonar el cargo para que se confirme la asunción de Michel Temer como presidente de la República de Brasil.
La votación tuvo un resultado de 60 votos a favor y 21 en contra de la destitución. EL proceso comenzó en diciembre pasado en el Parlamento, continuo con el control de la Corte Suprema .
Junto a Lula Da Silva, la mandataria siguió los discursos de los legisladores previos a la votación que se realizó durante el mediodía. Para la destitución, debían contarse 54 votos positivos. Pero para sorpresa de muchos fueron 61 los senadores que se mostraron a favor de apartar definitivamente a la ex mandataria como presidente de Brasil. Sólo 20 legisladores apoyaron a Rousseff, en lo que marca un fuerte debilitamiento del PT en el juego político brasileño.
Temer, quien esta noche partirá rumbo a China donde participará del G-20, jurará esta tarde como nuevo presidente de Brasil, cargo que ejercerá hasta 2018.
Rousseff fue hallada culpable en este proceso, de alterar los presupuestos mediante tres decretos no autorizados por el Parlamento y de contratar créditos a favor del Gobierno con la banca pública, lo cual ha sido negado fervientemente por ella.
Para consuelo de Dilma la votación sobre si podía volver a ejercer cargos políticos durante ocho años, se realizó por separado y allí se impuso el sí por 42 votos sobre 36.