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Es de público conocimiento que el Papa Francisco suele recibir a dirigentes políticos argentinos de diferente signo político. Desde la Presidenta hasta Mauricio Macri, pasando por Daniel Scioli y variadas comitivas de legisladores y funcionarios, han tenido oportunidad de haber estado en la Basílica de San Pedro junto al Santo Padre. Pero también es de público conocimiento que solamente un dirigente ha sido excluido de estas recepciones, suponiéndose que por indicación expresa de Francisco.
Estamos hablando de Sergio Massa. El líder del Frente Renovador hace todo lo posible por congraciarse con el Papa, siendo rechazado constantemente, al punto de llegar al ninguneo. El último episodio, el insólito proyecto para que se emita un billete de curso legal de $20 con la imagen del Papa Francisco, perteneciente a los diputados massistas Adrián Pérez, Mirta Tundis y Laura Esper, como un reconocimiento “justo y merecido” del argentino más importante. La respuesta no tardó en llegar del Vaticano: “Al Papa no le gustó nada, más bien lo irritó, no soporta el culto a su persona”.
Pero esta no es la primera ocasión en que Francisco toma distancia de Massa. Cuando el tigrense salió a criticar vehementemente el anteproyecto del Código Penal, el Papa recibió a destacados penalistas y apoyó la postura contra el endurecimiento de penas. Anteriormente el líder del frente Renovador había enviado al empresario y diputado de su espacio Ignacio de Mendiguren al Vaticano recibiendo como respuesta la frase “Cuiden a Cristina”. En junio pasado, su Santidad grabó un video para los vecinos de Villa Garrote, el lugar “escondido” por el massismo en Tigre, donde viven una gran cantidad de personas en la mayor pobreza.
¿A qué se debe todo esto? Miremos al entorno más íntimo de Massa. Uno de sus asesores de mayor confianza es Jorge O´Reilly. Miembro numerario del Opus Dei, este empresario inmobiliario, vinculado a todo negocio de ese estilo en la zona norte desde hace más de 20 años, aunque pretende tener un perfil de lo más bajo trascendió gracias al libro de Santiago O´Donell ArgenLeaks. En este, se muestra cómo O´Reilly se despachó contra Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner en una reunión con diplomáticos estadounidenses. Este mismo hombre, vinculado por otra parte a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, fue parte del intento en los años 2008 y 2009 de desplazar al entonces Cardenal Bergoglio para entronar al obispo de La Plata, Héctor Aguer en el arzobispado de Buenos Aires.
Así, vemos cómo Massa se vincula, mediante su mano derecha, con dos grupos de la derecha católica contrarios a la Orden de los Jesuitas, a la que pertenece Francisco. Puede encontrarse entonces una razón de peso que explique los constantes rechazos que sufre Sergio Massa.
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