El hospital Posadas amaneció rodeado de camiones de la Gendarmería, una imagen que se repitió cada vez que las autoridades comunicaron despidos en el centro de salud. Hasta ayer, ya habían sido confirmados 16 desvinculaciones, todas de trabajadores monotributistas contratados para cubrir los servicios vaciados por despidos anteriores. En el sector de kinesiología plantearon que la planta debía ser reducida al 50 por ciento y que los mismos trabajadores debían elegir quiénes se quedaban y quiénes se iban. Este mediodía fue convocada una ronda en la rotonda del ingreso al hospital de la que participarán pacientes, trabajadores y despedidos para repudiar las cesantías.
“Cada vez que hay despidos te encontrás con la autopista militarizada de esta manera. El perjuicio que le están haciendo al hospital y a los propios pacientes es terrible porque el hospital está siendo prácticamente vaciado”, contó Mirta Arceri, una de las enfermeras pediátricas despedidas el año pasado que participaría de la ronda.
Según contó Arceri, la ronda fue convocada por pacientes, “los más afectados” por los despidos, y trabajadores despedidos de las tandas anteriores que todavía luchan por su reincorporación.
“Los despidos empezaron el sábado en salud mental, gastroenterología y unidad coronaria. A los kinesiólogos les dijeron que de 18 tienen que quedar 9, que eligieran entre ellos. Son todos trabajadores monotributistas que fueron contratados para reemplazar a los que ya habían sido despedidos”, agregó la enfermera sobre la información que ya fue confirmada por las asociaciones gremiales.
Ayer, entre los trabajadores corría el rumor de que en marzo con la renovación de contratos de los monotributistas llegarían entre 80 y 100 desvinculaciones nuevas como ocurrió a principios de 2018.