Joaquín De la Torre, intendente de San Miguel, rompió con Sergio Massa por los destratos sufridos por este último. Por otro lado, pudo constatar que el poder propio le bastaba para plantarse como interlocutor válido frente a la gobernadora y el presidente.
Si bien el jefe comunal adelantó que se concentrará hasta bien entrado el año en la gestión local, no es un dato menor la existencia de puentes tendidos con la Provincia, la Nación y el Bloque Justicialista.
Apenas consumada la ruptura, el primer dato que circuló fue que desertó del FR tentado por Urtubey. Es vox populi en el HCD de San Miguel que las gestiones para acercar a la concejala Stella Repetto al bloque de Bossio y el mandatario salteño fueron hechas por el intendente. Sin embargo, desde el joaquinismo muestran cierto escepticismo acerca de lo que podrá hacer el gobernador peronista Macri friendly.
Por otro lado, no es menos cierta la reconodica afinidad de De la Torre con el macrismo: frecuentar el ambiente del rugby del antiguo partido de General Sarmiento cimentó ese vínculo. El alcalde posee un fluido vínculo con Federico Salvai, ministro y operador de Vidal, aunque sabe sacar provecho de la interna macrista en la PBA. De la misma manera que con Salvai, existe una muy buena relación con Emilio Monzó, que guarda un enfrentamiento latente con la gobernadora por el control del armado macrista en suelo bonaerense.
Es en este sentido que debe entenderse la visita de la mandataria. Visita que excede lo meramente institucional.