El secretario Trabajo, Jorge Triaca, dejará su puesto antes de fin de año. Ya lo avisó en el Gobierno. Su renuncia es un hecho, confirmaron a Clarín fuentes oficiales inobjetables.
Aunque, en un país acostumbrado a todo tipo de vaivenes políticos, los hechos terminan de confirmarse cuando ya son justamente eso: hechos. Triaca deja su cargo en buenos términos con el presidente Mauricio Macri. Es una dimisión acordada. Incluso con el funcionario que pasó a ser su superior en los papeles tras la última reorganización del Gabinete, el flamante titular del flamante Ministerio de Producción y Trabajo, Dante Sica.
Triaca suele decir en la intimidad que considera a su gestión un ciclo cumplido, e incluso admite que su alejamiento de la hoy Secretaría le permitirá a Sica tener un rol más relevante en el diálogo con los gremios, sobre todo con los del peronismo que integrante la Confederación General del Trabajo (CGT), con los que él tuvo una excelente relación. Su papá, Jorge Triaca, fue ministro de Trabajo en el Gobierno de Carlos Menem. Antes, fue secretario general del sindicato de los plásticos.
La versión de la dimisión de Triaca corrió en la Casa Rosada con tal fuerza que la semana pasada el propio Sica salió a desmentirla. Aunque a medias: dijo que seguía trabajando junto a Triaca y que él seguiría ocupando la Secretaría del Trabajo. Pero agregó, con cierta picaresca: “Por el momento”.