Se terminó la luna de miel para Gustavo Menéndez. No hace mucho mostraba un liderazgo fuerte en su municipio que le permitía proyectarse como un ordenador del peronismo bonaerense. Su vínculo con el Papa y la presidencia del PJ quedaron atrás, y el presente lo muestra aturdido por las causas judiciales y golpeado por el cuestionamiento del kirchnerismo local como consecuencia de una mala gestión y de su constante diálago con María Eugenia Vidal.
Su último error lo llevó a operar un acuerdo con Sergio Massa para, a partir de las listas de adhesión, esmerilar la candidatura a gobernador de Axel Kicillof y empujar el nombre de Martín Insaurralde. El decreto de Macri anuló la jugada electoral y hoy el ex ministro de economía aparece como número puesto para encabezar la boleta provincial, al tiempo que en Merlo resuena el nombre de Florencia Lizaraso como la candidata de Unidad Ciudadana para medirse con el actual intendente que logró suceder al ‘Vasco’ Othacehé con el apoyo explícito del kirchnerismo.
Este contexto tiene su correlato en los últimos números que circularon por el Instituto Patria. Mientras que Cristina Fernández tiene una intención de votos que araña los 55 puntos, Menéndez solo retiene la mitad y se ubica en el 28%. Esta foto trajo dos conclusiones para los dirigentes que rodean a la ex presidenta: el intendente está débil, y esa realidad inocultable podría quitarle votos a CFK en el municipio con mayor cantidad de electores en la primera sección electoral.
Pocos disimulan a esta altura la candidatura presidencial de Cristina, y en este sentido, el corazón de la maquinaria electoral se concentrará en el conurbano bonaerense donde está el 75% de los votos de la provincia de Buenos Aires. Un universo de 8 millones de votos que representa a 1 de cada 3 votos del total del país.
Así las cosas, el nombre de Florencia Lizaraso es la opción que crece puertas adentro del Instituto Patria para competir con Menéndez y contener así el voto de Cristina Fernández. La concejal de Unidad Ciudadana tiene un reconocido trabajo territorial y además de aglutinar a gran parte del kirchnerismo merlense, tiene buenos números en los centros urbanos a diferencia del jefe municipal.
Lizaraso no duda en cuestionar a Menéndez, y deja en claro a la política local que su única conducción es Cristina y que su proyecto es trabajar desde el municipio del oeste para juntar votos para la ex presidenta.
A menos de 45 días para la presentación de listas, en Merlo asoma una interna que toma calor y que se proyecta con resultado incierto.