Por Alejandro Aguero @AleAguero1
Al momento tuvimos seis elecciones provinciales obligatorias excluyendo a la interna no obligatoria de la Pampa. Los resultados preocupan a la Casa Rosada y alientan a la oposición más allá de las lecturas forzadas que se multiplican cada vez que finaliza un comicio local.
En total se emitieron unos 4 millones de votos entre las primarias de San Juan, Chubut, Entre Ríos y Santa Fe, y las generales de Neuquén y Río Negro.
Sobre ese universo de votos, la sumatoria del Peronismo y el kirchnerismo obtuvo 1.603.286 sufragios que representa el 40,01%.
En tanto, las listas de Cambiemos alcanzaron los 779.246 votos que representa solo el 19,4%.
Por su parte, los partidos provinciales con fuerte protagonismo en Neuquén con el MPN; en Río Negro con el oficialismo de Alberto Weretilneck; y en Santa Fe con el Socialismo, alcanzaron los 885.000 votos que totaliza el 22,12% del total.
La elección en Santa Fe dejó tres reflexiones nacionales:
1- Primer traspié de los partidos provinciales y fuerte golpe para el Partido Socialista que podría ser el único oficialismo hasta acá en perder una elección provincial.
2- Triunfo de la estrategia de Cristina Fernández que, tras bajar la candidatura del diputado nacional de la Cámpora Marcos Cleri, habilitó una interna competitiva entre Omar Perotti y María Eugenia Bielsa que deja al peronismo en una situación inmejorable de cara a la elección general del 16 de junio. Tras el error en Neuquén, el Instituto Patria infla el pecho y busca capitalizar un triunfo que ratifica la candidatura de la ex presidenta y golpea indirectamente las aspiraciones de Roberto Lavagna con su socio local Miguel Lifschitz.
3- Otro golpazo para la Casa Rosada. Si en las pasadas elecciones a gobernador Miguel del Sel obtuvo el 31,65% y en las legislativas del 2017 Corral ganó con casi 38 puntos, Cambiemos se derrumbó y ni siquiera llegó al 20%.