El oro y los metales preciosos en general han pasado a ser los grandes protagonistas de las inversiones en este 2020. Y no hablamos solo de los grandes inversores, sino también de trabajadores de a pie que buscan resguardar sus ahorros obteniendo a su vez una importante rentabilidad. Absolutamente todos los comerciantes y asesores vinculados al tema, coinciden en señalar que las consultas se dispararon exponencialmente. Por la naturaleza de la idiosincrasia inversora argentina, las operaciones se concretan en oro físico, tanto en lingotes como en monedas. Si bien es cierto que hay una clara preferencia por lingotes suizos -siendo el legendario CREDIT SUISSE el más codiciado- y monedas como el CENTENARIO mexicano o el KRUGERRAND sudafricano, el mercado nacional ofrece alternativas de larga trayectoria y prestigio como los lingotes del Banco Ciudad, Vildex y A&B.
Tras haber alcanzado el máximo histórico de U$D 2067.15 por onza (unos U$D 66458.87 por kilogramo) el reciente 6/8/2020, la semana que acaba de terminar al cierre de este reporte (15/8) dejó una serie de interrogantes y un sinnúmero de consultas de los clientes hacia los operadores, y de estos últimos a los analistas financieros. Es que tras la histórica caída del 4.21% del martes 11/8 (la más grande para un solo día), el miércoles 12 llegó al valor de U$S 1910 por onza, terminando la semana en torno a los U$D 1950.
La mayor parte de los analistas financieros internacionales coinciden en que este movimiento era esperado. Si bien la tendencia al alza firme se pronosticaba desde el 2018, hubieron muchos factores que contribuyeron a acelerarlo: la guerra comercial entre EUA y China fue determinante, pero fundamentalmente, el COVID-19 que sacudió la economía mundial. Una salvedad que hay que mencionar: los argentinos estamos acostumbrados a pensar que los pesos son papelitos de colores y “al dólar no hay con qué darle”. Sin embargo, este escenario demostró que aunque el billete norteamericano es claramente más fuerte e inspira mayor confianza como reserva de valor, no deja de ser un papel de otro color respaldado por el Estado. La fuerte emisión monetaria de todos los estados nacionales demuestra a las claras que la economía es absolutamente política. Ante este escenario, el oro es el refugio histórico de la humanidad. Pero en medio de ese rally alcista que parecía irrefrenable, apareció un violenta baja, surgiendo esta pregunta.
¿Cómo sigue la canción del oro?. Empecemos a responder con un dato que resalta para todos los que estamos familiarizados con las finanzas y las inversiones: Warren Buffet se deshizo de sus acciones de las aerolíneas (United Airlines y American Airlines) e instituciones financieras (JP Morgan y Wells Farso) para invertir 563 millones de dólares en la Barrik Gold Company. Aquél que siempre gritó diversos improperios hacia el metal amarillo, diciendo alguna vez que “(El oro) se extrae del suelo en África o en algún otro lugar. Luego lo derretimos, excavamos otro agujero, lo enterramos de nuevo y pagamos a la gente para que lo vigile. No tiene ninguna utilidad”, invierte una suma colosal en él.
¿Qué otros datos nos indican que el rally alcista va a continuar en ascenso sobre los metales preciosos y no se trata de una burbuja que explotó?
La feroz salida de la semana pasada demostró que el piso de los U$D 1900 por onza es firme, cerrando la semana en U$S 1950. De otra manera, el drenaje no se hubiera detenido. Aunque pueden haber unas semanas de baja, ese piso se avizora como firme.
Aún no hay acuerdos entre demócratas y republicanos acerca del paquete fiscal de ayuda por la pandemia. Además, la larga tensión entre China y EUA sigue poniendo tensión e inestabilidad en una economía mundial que no se recuperará tan rápida ni vigorosamente como esperaban los más entusiastas.
Cada vez están más cerca las elecciones en EUA, lo que agrega un elemento de inestabilidad a un escenario de por sí complicado. Muchos analistas proyectan una onza en torno a los U$D 2100 cuando introducen esta variable a sus previsiones.
INFORME FINANCIERO CEPES