El 7 de agosto, el día que se festeja al patrono del pan y del trabajo, San Cayetano, una procesión que se estima en más de 25.000 personas atravesará toda la Capital. La convocatoria que comenzará en Liniers y concluirá en Plaza de Mayo es catalogada como “histórica” por sus organizadores: la Iglesia Católica, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Corriente Clasista Combativa y Barrios de Pie.
“El 7 de agosto vamos a estar movilizándonos para poner en eje la situación de los trabajadores de la economía popular” describe Gildo Onorato, miembro de la conducción nacional de la CTEP. Esto es, que la sociedad sepa que “los trabajadores de la Economía Popular son el eslabón más débil de la pirámide salarial y del campo laboral”.
Por Nicolás Hernández
¿Cómo surge la iniciativa de movilizar el día de San Cayetano?
Desde la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular entendemos que existe un deterioro general en las condiciones sociales del conjunto de los trabajadores. Particularmente en aquellos compañeros que se inventaron su trabajo pero que están privados de los derechos de los trabajadores: no discuten paritarias ni un convenio colectivo, no tienen vacaciones, con dificultades para obtener respuestas concernientes a la salud. Es en función de eso que nos hacemos eco del San Cayetano, el patrono del pan y del trabajo, tan importante para el pueblo trabajador. Y movilizamos desde el Santuario San Cayetano de Liniers hasta Plaza de Mayo para exponer nuestro reclamo y la necesidad de que se implemente un Salario Complementario Universal para el conjunto de los trabajadores de la economía popular.
¿De qué se trata esta reivindicación?
Hay un registro único que abrió la CTEP a partir del esfuerzo y de la pelea que involucra las distintas ramas de la economía popular: cartoneros, cooperativistas, compañeros de empresas y fábricas recuperadas, compañeros de programas sociales, trabajadores de la vía pública y los denominados desocupados que son trabajadores desempleados. Nosotros exigimos que el Estado tenga una política para quienes que no llegan a completar el Salario Mínimo Vital y Móvil, que nosotros llamamos Salario Universal Complementario; teniendo en cuenta que con la changa, con el rebusque, cortando el pasto, pintando o haciendo alguna tarea de carácter informal se accede a una ganancia, el Estado tiene que proveerle aquello que le falta para llegar al SMVM.
¿Esto sería un paso hacia la formalización de ese trabajo?
Lo vemos como el reconocimiento de los compañeros y las compañeras como sujetos de derecho, independientemente de la actividad desarrollen. Nos costó mucho salir de la caracterización de movimiento piquetero o de movimiento social. Recuerdo que hace más de 12 años nosotros le poníamos la “T” de trabajador a los que eran los movimientos de desocupados y pasamos a ser movimiento de trabajadores desocupados. Y esa caracterización no la queremos perder y no la vamos a perder. Estamos convencidos de que la pelea y la organización nos va dando respuestas a partir del esfuerzo colectivo y en ese sentido queremos que el Estado nos reconozca, de la misma manera que reconoció nuestra personería social, de la misma manera que estamos legalizando con mucho esfuerzo una obra social para poder brindarles las prestaciones de salud a los compañeros monotributistas sociales.
Creemos que tenemos un piso de dignidad, que no lo cubre la canasta básica y en función de eso vamos por más.
¿Qué análisis hacen del gobierno de Cambiemos?
Está claro que hay un deterioro generalizado de los trabajadores y de la sociedad en su conjunto, (devaluación, aumento de tarifas, aumentos de la canasta básica, aumento de los alquileres). Consideramos que hay una enorme transferencia de recursos de los sectores del trabajo a los sectores trasnacionales, exportadores o a las grandes mineras. Es un gobierno de ricos y gobierna para ellos. Los laburantes, los humildes, el tipo que sale a buscar el mango que no le alcanza se ve absolutamente perjudicado. No quiero decir con esto que antes del 10 de diciembre vivíamos en el paraíso, nosotros siempre hemos sido críticos de varias políticas sociales o de problemas estructurales, pero existía la mano del Estado que intentaba contener. Hoy, esa mano del Estado intenta expulsarte, intenta invisibilizarte. Vemos cotidianamente que la respuesta que le da el Estado a los trabajadores de la economía popular cae en los fueros penales y no en los fueros laborales. Un ejemplo: a los manteros, feriantes y vendedores ambulantes, reciben del Estado el desalojo, la represión y la confiscación de la mercadería, cuando en realidad lo compañero lo que está buscando es llevar el pan a su casa.
¿Cómo afrontan esa situación?
Creemos que esa realidad la podemos enfrentar con unidad, con mucha voluntad de pelea. Entendemos que no es la política la que resuelve, sino la que resuelva el camino va a ser la lucha social y la lucha sindical. Y tenemos claro que se está rompiendo el encanto que tenía la sociedad con este gobierno y ese es un aliciente. No porque seamos desestabilizadores, sino porque una gran porción de esta clase trabajadora creyó en este cambio. Por lo que estamos convencidos que nosotros tenemos que ser humildes, tenemos que acercarnos a esos trabajadores, tenemos que dar la pelea junto a ellos para que no se sigan empobreciendo y a partir de ahí va ir surgiendo el protagonismo social y la posibilidad de reconstruir legitimidad para que un gobierno popular nuevamente sea elegido por el voto del pueblo
El 7 de agosto…
Esperamos a todos los argentinos y argentinas que quieran pelear por más dignidad. Esperamos que se acerquen a San Cayetano o directamente a Plaza de Mayo donde vamos a tener ollas populares, ferias populares y mucho espíritu de pelea.
