Pese a que Lifschitz, según una encuesta de Nueva Comunicación, se encuentra apenas por un punto por encima del candidato del PRO, existe un clima de llamativa tranquilidad en el núcleo del socialismo.
Desde el Partido Socialista dan por descontadas dos cosas: la victoria sin sobresaltos en la interna del Frente Progresista Cívico y Social frente al radical Mario Barletta, y la segura victoria sobre Del Sel.
Quizás esto último sea lo que posea menos claridad. Confían en el PS en el hecho de que Unión PRO Federal continuará estancado en el 24% que proyecta el sondeo mencionado. Por otro lado, confían en que su 25% de intención de votos pueda crecer, teniendo en cuenta que para las generales la mayoría del 8% de los votos de Barletta migrará hacia ellos.
Lo llamativo es que desde las filas del Lifschtz parecen hacer caso omiso de la elección de 2011, en las cuales el crecimiento de Del Sel fue exponencial y en un lapso muy breve de tiempo. Otros entendidos acerca de aquella provincia hablan de que hay una pelea cabeza a cabeza, donde se impondría Del Sel. La duda en este caso, es si la ventaja que logre en la PASO le alcanza para competir contra la sumatoria de los votos de Barletta y Lifschitz.
De cualquier manera, este panorama muestra dos datos políticos inequívocos: la elección está técnicamente empatada, y cualquier resultado impactará a nivel nacional, modificando las correlaciones de fuerzas dentro del espectro opositor.