Por Sabrina García (artículo publicado en San Fernando Nuestro)
De poncho blanco y camisa a tono, maquillada para la ocasión, peinado perfecto, sonrisa dibujada y ojos achinados como acompañando el gesto. La gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal recorrió el operativo montado en plaza Carlos Gardel en donde municipio, provincia y Nación brindaron más de 20 servicios a la comunidad.
Entre stand y stand, la gobernadora se detenía como si fuera una ‘rockstar’ para fotografiarse con algunos vecinos que querían tener una selfie con ella. Otros se ofuscaban a su paso, dado que Vidal al caminar era acompañada por un séquito de funcionarios, políticos y colaboradores que, sumados a los periodistas presentes, generaban una ola humana que arrasaba con todo, incluyendo con las personas que se encontraban en el operativo realizando algún trámite.
“Marta, preguntale por el tarifazo”, se escuchó a los gritos a una vecina que, asomando su cabeza por la ventana agregó: “pagame la factura de la luz, hija de puta”. Pero nada ni nadie lograba desdibujar la cara para la foto que acompañó a la gobernadora durante su recorrida.
En medio de la caminata, Vidal fue invitada por el intendente Andreotti a visitar el Centro Cultural que posee la plaza Carlos Gardel. Al ingresar, el jefe comunal le pidió al camarógrafo oficial del municipio, Mauro García Dell Olio, que ingrese para tomar unas instantáneas. Casi en el mismo momento, un hombre que hacía de seguridad de la gobernadora impidió su paso a la instalación municipal, y a pesar de haberse presentado y agregado que “el intendende me está llamando”, Mauro terminó siendo agredido por el custodio. El hombre vestido de negro que estaba para “cuidar a la gobernadora” tomó a Mauro del cuello y le pegó en el estómago.
El hecho indignó a los trabajadores de la comunicación que nos encontrábamos presentes y obligó al jefe de prensa de la gobernadora a actuar frente a tal repudiable suceso. Así es que el hombre de negro desapareció de escena por un rato.
Pero el lamentable suceso no fue un gesto aislado.
Durante una hora y a pesar del malhumor que generó el ataque a nuestro colega, quienes trabajamos en los medios de comunicación y como su nombre lo indica somos un medio que acerca información a lectores, oyentes y televidentes, acompañamos en el recorrido a la gobernadora.
Finalizada la vuelta y sin mediar palabra, Vidal caminó hasta un auto, siempre acompañada de sus funcionarios, colaboradores, el intendente, el vicegobernador, periodistas y camarógrafos, y ante la inminente retirada, quien suscribe le dijo a la mandataria: “¿gobernadora, podemos preguntar?”. Su cara por un segundo expresó asombro y me gané un fuerte apretón en el brazo por parte del jefe de prensa y un “no va a hablar, se quedan a conferencia el intendente y el vicegobernador”.
Es menester destacar que los hechos del día de la fecha no son una excepción. La última vez que Vidal visitó la ciudad fue en el puente Taurita (fines de abril) cuando realizó anuncios de obras públicas. En esa oportunidad el trato descortés hacia la prensa fue el mismo. Entre la mandataria y nosotros había unos veinte metros que nos separaban y los únicos periodistas habilitados para preguntar eran cinco que, casualmente, eran todos medios nacionales. Ante nuestro enojo por llevarnos a sacar la foto y no dejarnos preguntar, ese día nos abrieron el micrófono a los forcejeos y malos tratos.
Dicho todo esto es necesario destacar algunas cosas. En primer lugar, quienes hacemos San Fernando Nuestro repudiamos profundamente el accionar por parte de la seguridad de la gobernadora hacia nuestro colega Mauro García Dell Olio. Nadie merece ser agredido y menos que la agresión parta de quienes son responsables por la seguridad de la gobernadora.
En segundo lugar, el hecho de que la gobernadora nos convoque para que la acompañemos en un recorrido y sólo vayamos para poder sacar algunas fotos lo consideramos una falta de respeto. No estamos solo para sacar la foto con sonrisa de campaña. Como periodistas queremos aprovechar la oportunidad de tener a a mandataria en nuestro distrito para preguntar por cuestiones que resultan importantes para nuestra comunidad.
En tercer lugar, ya que somos trabajadores de la comunicación y nuestra función es brindar información a nuestros lectores, oyentes y televidentes, queremos destacar que la falta de respeto hacia nosotros también es una falta de respeto a nuestra comunidad.
Finalmente, es necesario destacar que el día anterior visitó la misma plaza la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti. Al terminar el recorrido Michetti respondió durante más de 20 minutos las preguntas de los periodistas sin distinción de los medios. En ningún momento fuimos discriminados, ninguneados ni agredidos por ningún custodio ni jefe de prensa. Dos caras de una misma moneda.
Horacio Verbitsky, en el prólogo de su libro Un mundo sin periodistas, manifiesta que “Menem, tomó al pie de la letra una frase del ex premier británico John Major, quien bromeó que un mundo sin periodistas sería un mundo feliz”. Parece que Vidal se suma a la lista.