De los 23 municipios rionegrinos que eligen el día de mañana alcalde, General Roca, Cipolletti y la capital se vuelven claves para la elección provincial. El último a su vez, guarda una importancia mayor: independientemente de los nombres en cuestión, dos proyectos y dos visiones contrapuestas de la política se dirimen, luego de un proceso de discusión.
Los actores protagónicos son Juan Manuel Pichetto y José Luis Foulkes. El primero representa algo más que a su padre. De 34 años, es economista y supo sembrar vínculos políticos sólidos que en la recta final de esta campaña los fue capitalizando. La ministra de Desarrollo Social de la Nación Alicia Kirchner, el ministro de Defensa Agustín Rossi, Julián Dominguez (presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y precandidato a gobernador bonaerense), el titular de ANSES Diego Bossio y Fenando «Chino» Navarro, diputado provincial bonaerense, son de los apoyos nacionales con que cuenta Pichetto, quien se desempeña en ANSES, con un intervalo en el que fue ministro de Producción rionegrino.
Más explícitos fueron aún los apoyos provinciales. María Emilia y Martín Soria (intendente este de General Roca, cargo por el que busca la reelección); la intendenta de Bariloche María Eugenia Martini; y Ana Piccinini, candidata a vicegobernadora de la fórmula que encabeza su padre, son quienes apoyan abiertamente a quien todo el FpV busca ubicar en la intendencia de la capital provincial.
Foulkes, por su parte, es un hombre del radicalismo. Más precisamente del candidato a gobernador radical Horacio Massaccesi y la senadora Magdalena Odarda. Cuenta con el apoyo del gobernador Weretilneck, quien no sólo dio de baja su lista local en un claro gesto, sino que además destinó grandes sumas de dinero para obra pública en aquella ciudad.
Según puede verse en aquella ciudad, este tipo de obras son de las más necesarias en aquella ciudad. Necesidad que constituye el punto más débil de la gestión Foulkes. Sus detractores le reprochan priorizar sus afinidades políticas por sobre la cosa pública y el mejoramiento de las condiciones de vida de los viedmenses. La falta de articulación con los gobiernos superiores, sobre todo con el nacional, repercute en la ciudad en situaciones paradójicas tales como la existencia, hasta el día de hoy, de calles de tierra y sin asfaltar a sólo diez cuadras del palacio de gobierno.
Solo así se entiende la expresión de Juan Manuel Pichetto: «Es una gran oportunidad generacional porque hay dos proyectos en discusión». De esta manera, mientras que Foulkes hace campaña mostrando su gestión y prometiendo la continuación de lo realizado en sus dos años y medio de gestión, sin compromisos ni ataduras a gestiones nacionales o provinciales, el joven Pichetto logra apoyos internos y externos, que mediante la gestión le permitan abrir puertas para acceder a obras, recursos, planes, programas y financiamiento para transformar la ciudad.
«La elección del domingo en Viedma será durísima» reconocen fuentes cercanas al gobernador. “Esta es una de las pocas capitales que le queda al radicalismo, es importante ganar la elección para zanjar los dos proyectos en discusión» es la síntesis de Pichetto.
Mañana se sabrá cual de estos dos proyectos ganó la discusión.