Finalmente, luego de una serie de cortocircuitos y reclamos por parte del jefe comunal, la gobernadora María Eugenia Vidal y el intendente de Moreno, Walter Festa, mantuvieron un encuentro. El mismo, que fue calificado como «positivo» por el morenense, se desarrolló en la sede porteña del Banco Provincia. «Después de seis meses de gestión, este primer encuentro es importante» agregó Festa.
En rigor, se trata de un deshielo entre la gobernadora macrista y el alcalde, vinculado a José Ottavis. Desde que ambos asumieron, la relación se desplazó de ser nula a ser tirante. Ejemplos de ello han abundado en los últimos tiempos.
A fines de abril, Festa reclamó «acciones concretas para revertir esta realidad adversa para los morenenses» cuando le solcitó a Vidal por primera vez una audiencia, pedido que no obtuvo respuesta. El tono de esta polémica aumentó cuando el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense envió alimentos a la comuna que llegaron comidos por roedores y con excremento de paloma.
«No es una ofensa a un intendente, es a todo el pueblo de Moreno que espera que trabajemos en conjunto con el gobierno de la provincia» había dicho Festa en ese entonces. «Es hora de abandonar el discurso de buenas intenciones y hacer buenas acciones. Terminó la etapa electoral y es hora de gobernar» agregó una semana más tarde, cuando Vidal visitó Moreno ninguneando a Festa.
El ultimátum se dio cuando la semana pasada el alcalde alertó sobre las complicaciones para pagar los sueldos de junio y el aguinaldo. «Necesitamos sí o sí de la ayuda de la Provincia» dijo, aclarando que su diagnóstico no fue «el más duro, sino el más realista».
Ayer Festa, que fue acompañada por la presidenta del Concejo Deliberante, Cintia González, fue recibido por Vidal, quien a su vez estuvo flanqueada por su subsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell. Según explican desde el municipio, el intendente pudo explayarse sobre las principales demandas que tiene el municipio y los déficit en distintas áreas, reclamando soluciones concretas por parte del ejecutivo provincial.
En materia económica y financiera, el dirigente peronista bonaerense ponderó los esfuerzos realizados por el municipio para cumplir con distintas obligaciones, enfatizando las severas deficiencias con las que la actual administración encontró el distrito. «Con la gobernadora coincidimos en que la coparticipación que recibe Moreno es injusta, y decidimos avanzar en esa dirección. También comprendió que la tasa municipal es baja» explicó Festa.
Sobre la obra pública, el alcalde reclamó agilizar los procedimientos administrativos y la disposición de los fondos de infraestructura y de seguridad que se acordaron para este año. Además detalló las obras más relevantes que se encuentran en curso o todavía no han podido ponerse en marcha por la ausencia de fondos y pidió colaboración del gobierno nacional y provincial para gestionar las mismas.
También se habló de la afectación en la utilización y aplicación del Fondo de Financiamiento Educativo por parte de la Jefatura Distrital y de la Dirección de Infraestructura Escolar de la Dirección General de Educación y Cultura, y recordó que hasta el momento hay sólo cinco obras en ejecución, cuando estaban previstas 70.
También el jefe comunal describió la difícil situación de los comedores del distrito luego del envío de leche y budines en mal estado. «Notamos que no hubo mala intención de la gobernadora, pero le pedimos que se investigue quiénes fueron los responsables directos ya que lo acontecido fue una falta de respeto» aclaró. Agregó que en Moreno se duplicó la cantidad de comedores en los últimos seis meses, consecuencia de la crisis económica y social que atraviesa el país.
«Cuando asumí había 42 comedores, hoy tenemos 84, y más reclamos de mercadería. El rumbo económico del gobierno nacional ha impactado en nuestros vecinos, que cuando tienen plata la gastan en mercadería, ropa, no invierten en dolares o cuentas corrientes, por eso se resiente el comercio local y el consumo» explayó.
Al terminar el encuentro, Festa lo calificó como «necesario» e indicó que «la gobernadora coincidió con las problemáticas que le planteamos, y se comprometió a ayudarnos. Nosotros hasta el día de hoy teníamos incertidumbre sobre cómo íbamos a pagar los sueldos, y hoy ya estamos un poco más tranquilos».