El intendente de Lanús, Néstor Grindetti, encabezó hoy el acto de apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante de 2016. «No me siento cómo poniendo excusas, porque queremos hacernos cargo de esta realidad y mejorarla, pero gobernar lleva consigo la obligación de decir la verdad» dijo refiriéndose a la gestión de Darío Díaz Pérez.
«El Palacio Municipal se encuentra en un estado de deterioro importante, las condiciones en las que trabajan los empleados en la mayoría de los sectores están muy lejos de ser dignas. La alarmante situación edilicia de las salas de atención sanitaria se sumaba a la falta de insumos básicos. Buscamos mitigar la falta de voluntad política de los últimos años y lograr igualarnos con los distritos aledaños» detalló.
Su par de La Plata, Julio Garro, consideró como un deber «cicatrizar con verdad y justicia la herida que dejó la inundación». «Lamentablemente, en los últimos tiempos, esta ciudad estuvo en manos de personas que combinaron la falta de proyectos, con gestiones ineficientes y decisiones que sólo beneficiaron algunos intereses particulares lejanos al interés general y lo peor es que nos arrastraron a todos. Somos parte de una ciudad que involucionó» agregó en referencia a Pablo Bruera.
El mandamás quilmeño Martiniano Molina dio su primer discurso de apertura frente a concejales, funcionarios y militantes de Cambiemos. Al cocinero le sorprendió “el desorden” que dejó el gobierno de Frente para la Victoria tras el informe de la auditoría interna y prometió obras de urbanización en distintos asentamientos. «Estoy convencido de que tenemos una oportunidad histórica de construir un horizonte diferente para la ciudad. El municipio se había transformado en el no-Estado, una institución alejada de los vecinos, ausente, con fuertes desequilibrios económicos. Por eso decidimos ordenar una Auditoría interna y tomar contacto con lo dejado por la gestión anterior» agregó.
En Berisso, Jorge Nedela habló de los aumentos salariales, del reordenamiento del municipio y dijo que «no nos asustan las críticas. Cuando éstas se hacen de buena fe y con fundamento nos enriquecen». Con críticas a la gestión anterior, Nedela señaló que recibieron «un claro estado de cuentas negativas, no sólo por la situación de endeudamiento, cercana a los $ 70.000.000, sino también por la virtual incapacidad financiera de Tesorería para hacer frente a los pagos de sueldos del personal municipal y demás cancelaciones ordinarias».