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“La pretenciosidad es anatema”, también interpretado como “la educación occidental es pecado” es el significado del nombre de este movimiento del Islam político que mantiene en jaque a los gobiernos centroafricanos. Boko Haram fue fundado en 2002, en el estado de Borno, lindante con Camerún, Chad y Níger, por Ustaz Mohammed Yusuf, militante y líder del mismo hasta julio de 2009. En 2004 la sede fue trasladada a Kanamma, en el estado de Yobe, donde se constituyó una central operativa denominada ‘Afghanistán’, la cual sirvió para atacar a las fuerzas policiales nigerianas. Luego pasó a ser liderado por Abubakar Shekau.
A finales de diciembre de 2011, el gobierno nigeriano declaró el estado de emergencia en cuatro estados del norte y centro del país tras una serie de atentados atribuidos a la organización. En 2013 protagonizaron varios ataques a centros educativos del país africano. En 2014 Boko Haram asesina y quema vivos a cerca de 60 estudiantes en una escuela cristiana. El 14 de abril secuestraron más de doscientas niñas de una escuela en Jibik como parte de una campaña política en contra de la educación occidental de los estados de Borno, Yobe y Adamawa. De ellas, 53 niñas pudieron escapar en los días subsiguientes al secuestro.
Uno de sus objetivos declarados es el establecimiento de la sharia como norma vigente en los 36 estados del país, y no sólo en el norte de mayoría musulmana. Si bien en el norte de Nigeria, la sharia ha sido tradicionalmente considerada como un código de justicia informal, y es aceptado por sectores de la población del norte, es ampliamente rechazada en el sur de Nigeria, donde existe una proporción mayor de cristianos.
Hasta ahora, los esfuerzos por poner en marcha una operación conjunta no habían llegado a buen puerto debido a las rivalidades entre los propios países africanos, sobre todo entre Nigeria y Camerún. Sin embargo, la amplitud y virulencia de los últimos ataques de este grupo, cuyo radio de acción ha sobrepasado los límites de Nigeria y se extiende por las zonas fronterizas de Camerún, Níger y Chad, han forzado la cooperación. Así es que la cumbre de la Unión Africana celebrada a finales de enero aprobó el despliegue de 7.500 soldados, luego ampliado a 8.700, en el marco de una coalición regional integrada por la propia Nigeria, hasta ahora reticente a incursiones extranjeras en su territorio; Camerún, Chad, Níger y Benín. Para ello, la UA solicitó la financiación de Naciones Unidas mediante una resolución del Consejo de Seguridad. “Hace años que Boko Haram está ahí, pero ahora se ha convertido en un monstruo”, declaró el presidente de Níger, Mahamadou Issoufou.
Por su parte, la Comisión Electoral Nacional Independiente de Nigeria anunció que las elecciones previstas para el 14 de febrero, se aplazarán hasta el 28 de marzo, argumentando motivos de seguridad.
En un video difundido el día de ayer tras un ataque a una ciudad en territorio de Níger, el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, prometió derrotar a la fuerza militar africana que lucha contra el grupo yihadista nigeriano «Su alianza no llevará a nada. Junten todas sus armas y luchen contra nosotros, son bienvenidos».
Otro video publicado muestra imágenes del líder de la organización yihadista Estado Islámico (EI), Abu Baqr al Bagdadi, con una voz en off que habla del extinto Califato de Sokoto, establecido a partir de 1809 en la región del norte de Nigeria, que fue desmantelado en 1903 por las fuerzas de colonización británicas. Shekau ya había mencionado al denominado «califa» de los territorios que el grupo Estado Islámico controla entre Siria e Irak, pero esta vez, parece mostrar a Boko Haram como parte de un contexto yihadista más global.
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