Vidal aún no asumió como gobernadora de la provincia de Buenos Aires y la interna en Cambiemos ya empezó a tener sus primeras grietas. Tal como adelantamos desde ABC en Línea, el malestar con la actúal vicejefa de gobierno porteño comenzó a partir del reparto de cargos en el gabinete bonaerense.
Tras una reunión entre Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, Daniel Salvador y Ernesto Sanz, el PRO pidió al radicalismo que tenga una ventanilla única, que existan encargados de hablar y “negociar” con la UCR. “Si no vienen todos y te piden diferentes cosas”, se quejaron desde el partido amarillo.
Tanto Vidal como Macri designaron a Salvador y a Sanz como depositarios y únicos interlocutores ante los pedidos del radicalismo provincial. Pero además le exigieron algo central: que en temas de gabinete y Legislatura, “vayan con todo el paquete armado” y planteen «ellos cómo son las cosas».
En el mismo sentido, fue Sanz quien llevó a Salvador a la reunión y lo presentó como uno de los interlocutores, tanto desde adentro como desde afuera.
En relación a los interlocutores, Ernesto Sanz sugirió que uno de ellos puede ser el diputado electo por la quinta sección electoral, Maximiliano Abad. El radical marplatense tendrá una central función en la negociación y las charlas entre la UCR y el PRO en la Provincia.
El motivo de esta decisión es, según trascendió desde operadores del PRO, el vicegobernador electo y futuro presidente del Senado, Daniel Salvador, “está desbordado” con los pedidos del radicalismo para ocupar puestos centrales en el territorio bonaerense.
Además, Maurcio Macri optó por el destrato al radicalismo y sentenció: “yo no tengo tiempo de atender a todos los radicales”, dijo el candidato de Cambiemos a la presidencia que actualmente se encuentra de vacaciones en el sur del país.
