[vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_facebook type=»standard»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_column_text]
La multiplicidad de candidatos a la gobernación por el FR generó una potencial diáspora. El primer desertor fue Gustavo Posse, quien hoy reporta en las filas de Mauricio Macri. Actualmente, todo parece indicar que el próximo que abandonará la fuerza de Sergio Massa es Darío Giustozzi.
El diputado nacional fue de los primeros en acompañar al tigrense, habiendo ingresado en 2013 a la Cámara Baja. De esta forma, fue el primero que blanqueó sus ambiciones de encabezar la fórmula bonaerense del Frente Renovador. Con el correr del año pasado, proliferaron precandidaturas que causaron que el antiguo intendente de Almirante Brown quede a la zaga.
Mónica López, Jesús Cariglino, Gustavo Posse, Felipe Solá, Martín Redrado compitieron con Giustozzi por ver quién es el bendecido por Massa, quien lejos de amainar esta disputa la fomentó todo el tiempo. Este último hecho ya había generado malestar en algunos de los dirigentes. La amenaza constante del salto de Martín Insaurralde al Frente Renovador para encabezar la lista bonaerense es algo que nunca deja de sumar fastidio a Giustozzi, quien ya había amenazado con dar un portazo si el lomense ingresaba en esta fuerza.
La sumatoria de Francisco De Narváez al massismo terminó de acelerar la salida de Gustavo Posse del espacio, hecho que además sumo malestar en el mismo Giustozzi, quien paulatinamente fue adoptando un perfil más bajo. Semanas después se conoció el abandono del Frente Renovador por parte de un hombre de estrecha confianza del hombre de Almirante Brown, el diputado provincial Mariano San Pedro con duras críticas hacia el massismo pero no así con su jefe político. No pocos especulan con lo siguiente: el alejamiento de San Pedro (quien reviste en el randazzismo ahora), ¿implica la preparación del terreno para el salto de Giustozzi?
Quizás por este sentido puedan entenderse las palabras de Massa a modo de respuesta en el lanzamiento de Solá: “Voy a apoyar en la provincia a todos los candidatos que participen en nuestra primaria”. Con lo cual Giustozzi, afirman, tendría todo dispuesto: ante la eterna chance de que Insaurralde juegue dentro del massismo, ante la candidatura lanzada de Felipe Solá, pero por sobre todo ante el favoritismo que posee De Narváez ante los ojos de Massa (comienza ya a barajarse la posibilidad de que Graciela Camaño, de extrema confianza del tigrense, secunde en la fórmula al empresario), el ex intendente de Almirante Brown ya habría definido que su futuro se encontraría lejos del Frente Renovador.
De ser esto así, el destino de Giustozzi está rodeado de interrogantes. Mientras una parte da por sentado que prontamente trabajará para la candidatura presidencial de Florencio Randazzo (con lo cual serían ciertas las especulaciones alrededor de la salida de Mariano San Pedro), otro sector del giustozzismo se propondría un objetivo mas terrenal y menos ambicioso, que está ligado además a temores concretos del diputado: volver a presentarse a la intendencia de Almirante Brown para asegurarse que nadie les quite aquél espacio de poder. Es necesario recordar que la salida de Giustozzi de la intendencia no estuvo exenta de problemas, que le causaron a el y a su grupo una situación de debilidad relativa.
Con lo cual se puede llegar a la siguiente conclusión: ambas opciones significan un postergamiento de sus ambiciones. Significan además un impasse que el hoy diputado deberá tomarse para reorganizar su base territorial amenazada, el distrito de Almirante Brown.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]