Corrupción privada

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Hoy el diario La Nación revela un hecho sucedido en el día de ayer en el Coloquio de IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina) que merece particular atención. Este mismo coloquio es el que lanzó duras críticas al Gobierno Nacional y afirmó que el modelo económico está acabado.

En una de sus habituales preguntas al empresariado, que luego se consolidan en informes de expectativas empresariales, un 47% de los presentes admitió que podría pagar coimas para facilitar la concreción de un negocio.

La crónica del diario La Nación es reveladora de lo sucedido: “Desde las pantallas se interpelaba a todos a contestar sobre un hipotético pago de coima. ‘Si un acto de corrupción está destinado a obtener una aprobación (por ejemplo, una habilitación municipal) maliciosamente retenida, ¿es censurable la actitud del empresario?’, decía”.

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En una de sus habituales preguntas al empresariado, que luego se consolidan en informes de expectativas empresariales, un 47% de los presentes admitió que podría pagar coimas para facilitar la concreción de un negocio.

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El resultado fue sorprendente: un 47% aseguró que no era una práctica condenable. Dentro de este porcentaje, un 28% dijo que solo lo haría en casos extremos y el 19% dijo que pagar coimas “nunca es una práctica condenable”.

Lo paradójico es que solo unos minutos antes, el 100% de los encuetados dijo que “prefería cohesionar la Argentina por valores”. Luego llegaron las justificaciones frente a un escenario donde casi la mitad de los empresarios acababa de aceptar que podría pagar coimas: Enrique Duhau, productor agropecuario, le había puesto voz a lo que muchos piensan sin hacerlo explícito: «Pero es que se trata de una extorsión de un funcionario, ¿cómo vamos a condenar al empresario? Sería como condenar que pagás el rescate de un secuestro».

Reforzando la paradoja, minutos más tarde se hizo otra pregunta al respecto: «¿Piensa que la corrupción frena el desarrollo de un país?». Y el 95 por ciento admitió que sí.

A confesión de parte, relevo de pruebas.

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