Las elecciones del año 2015 tuvieron dos datos políticos altisonantes. Por un lado, alianzas opositoras que en muchos casos no arribaron a los resultados esperados y por el otro, infinitas denuncias de fraude por parte de los derrotados en la contienda electoral.
Uno de los espacios políticos que más ha utilizado esta estrategia de instalación de fraude fue el liderado por Mauricio Macri. El Jefe de Gobierno porteño no dudó a la hora de salir a denunciar este tipo de vandalismo y así, logró ocupar horas de atención en la esfera pública luego de un evidente fracaso electoral.
Entre la larga lista de denuncias de fraude realizadas por el PRO luego de perder elecciones se cuentan Tucumán, Santa Fé, La Rioja y Córdoba. Así, Macri ha conseguido no asumir las derrotas y evadir las preguntas relacionadas con las derrotas a partir de instalar la posibilidad de robo de votos que no tuvieron asidero en la justicia electoral.