La opción OXI («no») aparentemente sería la que finalmente se impondrá en el referendum que acaba de terminar en Grecia.
El mismo había sido convocado el 26 de junio pasado por el primer ministro griego, Alexis Tsipras, para que sea la sociedad quien decida si aceptaba o rechazaba el plan de autoridad impuesto por la troika (FMI, Comisión Europea y Banco Central Europeo).
Desde sectores griegos afines a esta Troika, se encargaron durante todo el proceso de confundir y enrarecer el clima: aducían que lo que en definitiva se estaba decidiendo era la continuidad (o no) en la permanencia en la zona Euro.
Recientemente han aparecido encuestas diversas. Todas ellas, sin embargo, coinciden en el resultado: la opción por la negativa (OXI) triunfaría por sobre la aceptación de los recortes que propone la Troika (NAI).