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El primer ministro griego, Antonis Samaras, anunció el lunes la celebración de elecciones generales anticipadas para el próximo mes, luego de que el Parlamento rechazara al candidato del partido oficialista conservador Nueva Democracia, Stavros Dimas. El fracaso parlamentario puede leerse en clave de rechazo al plan europeo de “rescate económico”, vinculado a las duras políticas de austeridad y severo ajuste. Frente a este escenario, surge un nuevo candidato en las encuestas que hace temblar al establishment griego, Alexis Tsipras, que encabeza la fuerza de izquierda SYRIZA, dispuesta a terminar con las recetas neoliberales. Por su parte, el FMI, la UE y el Banco Central Europeo comenzaron con las amenazas sobre el pueblo griego para que no elija la posibilidad del cambio.
El Parlamento griego rechazó en el tercer y último intento al candidato de Nueva Democracia para sustituir al jefe de Estado saliente Karolus Papoulias. El ex comisario de la Unión Europea y ex ministro de Relaciones Exteriores griego, Stavros Dimas, alcanzó sólo 168 votos -de los 300 legisladores- frente a 132 abstenciones, por debajo de los 180 apoyos necesarios para ser elegido.
Dimas no había logrado el apoyo necesario en dos votaciones anteriores este mes para ser elegido como nuevo presidente, por lo que el gobierno griego se vio obligado a convocar a comicios para el 25 de enero. La Constitución del país heleno establece que si el presidente de la república, cargo básicamente representativo, no es elegido en tres votaciones, el Parlamento debe disolverse en un plazo de diez días y se deben convocar elecciones en un plazo máximo de 30 días.
“Hoy es un día histórico para la república helena, porque la decisión parlamentaria señala el fin de la política de ahorro que ha llevado al saqueo del pueblo”, señaló satisfecho el líder de la Coalición de la Izquierda Radical -conocido por su abreviatura griega, SYRIZA-, Alexis Tsipras. Confiado agregó, “el cambio será sellado pronto por el pueblo griego en estas elecciones para las que estamos siendo convocados”, y sentenció “en unos días los rescates vinculados a la austeridad serán cosa del pasado”.
Todas las encuestas de los últimos meses dan como favorito al candidato de SYRIZA, con un apoyo que ronda entre el 30 y el 34 por ciento. El último sondeo publicado el domingo confirmó el liderazgo de la fuerza conducida por Tsipras aunque achicó a 2,4 puntos porcentuales la distancia con Nueva Democracia.
Cabe destacar que antes de la debacle económica de 2009, el partido de izquierda apenas contaba con el 5 por ciento del apoyo del electorado, pero la crisis lo convirtió en el más fuerte opositor a las políticas de austeridad y ajustes impulsadas por la troika europea, compuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo.
Desde entonces, cada elección que atravesó Grecia, estuvo marcada por la fuerte demonización por parte del establishment nacional y europeo a SYRIZA y sus propuestas de abandonar el euro y dejar de cumplir con las metas de ajuste impuestas por la troika.
Por su parte Samaras, hizo un llamamiento desesperado a “frenar el populismo” y aseguró que “ahora el pueblo debe restablecer la estabilidad”. “Hemos hecho todo lo posible para evitar elecciones anticipadas que traen consigo demasiados peligros”, sostuvo el primer ministro minutos después de la votación, sin precisar cuáles serían esos riesgos. El líder conservador instó además a los ciudadanos a evitar que la oposición vuelva “a arrastrar a Grecia a una nueva aventura”.
En 2012 Samaras ganó las elecciones legislativas, pero para poder formar gobierno tuvo que aliarse con su histórico rival, el Movimiento Socialista Panhelénico -más conocido como PASOK-. Las dos grandes fuerzas del bipartidismo griego impulsaron duras políticas de austeridad y un severo ajuste presupuestario que dispararon el desempleo a más del 26 por ciento y la pobreza al 40 por ciento, junto al cierre de miles de comercios y emprendimientos. A nivel macroeconómico, aunque el país salió técnicamente de la recesión ese año luego de tres trimestres de leve crecimiento, ni el déficit cayó ni la deuda se achicó.
Las presiones de la troika
Tras la votación en el Parlamento, se produjo una violenta caída de todos los índices en las principales bolsas de Europa, cuatro horas después todos los valores se recuperaron, en lo que puede leerse como una clara amenaza al electorado griego.
El FMI emitió un comunicado que supone la efectiva suspensión del programa de rescate financiero a Grecia hasta hablar con las nuevas autoridades que surjan de los próximos comicios.
En tanto Alemania, motor económico de la UE, sugirió que la próxima administración siga con el programa de reformas.
Al mismo tiempo, el comisario europeo para Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, advirtió a los votantes griegos que el proceso de reformas en el país es esencial para su recuperación económica.
Fuente: Periodismo Internacional Alternativo
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