El ex titular de la UCR pidió salir de la cuarentena “con certidumbre” porque “una de las peores cosas en democracia es vivir con incertidumbre”. Y dijo la reforma judicial del oficialismo tiene a “la impunidad y la venganza como pilares centrales”.
El dirigente de la UCR Ernesto Sanz sostuvo que los opositores que quieren un acuerdo político con el Gobierno incurren en “el delito de lesa ingenuidad” porque “pretender que el Gobierno tenga un acuerdo político con la oposición es no conocer el ADN de la construcción de poder del kirchnerismo”
De todas forma, el ex senador consideró que el hecho de que “el Presidente no los quiera recibir (a los dirigentes de la oposición) es una mala noticia para el sistema, habla mal del Gobierno, pero, en la mirada interna, es una buena noticia porque el Presidente está legitimando una conducción”.
“¿Por qué no se quiere sentar con (Alfredo) Cornejo, (Patricia) Bullrich o (Maximiliamo) Ferraro? Porque estaría reconociendo que por primera vez en la vereda de enfrente hay una oposición articulada que sorteó el primer obstáculo que tenía y que era el 11 de diciembre de 2019. Ese día se rindió el primer examen de la coalición que era ratificar si queríamos continuar juntos”, señaló Sanz en una entrevista con el portal de noticias Nuevos Papeles.
El ex legislador se mostró convencido de que para la oposición “pasó la primera prueba, que es estar juntos, y ahora tienen que darse reglas de juego», que detalló en estos términos: «Cómo se van a tomar las decisiones, qué va a pasar cuando no estén de acuerdo, como se van a dirimir esos desacuerdos para poder seguir juntos, cómo se van a elegir los próximos candidatos”.
Acerca de los nuevos liderazgos en las filas opositoras, el ex titular de la UCR dijo: “Soy de los que creen que no tenés que discutir liderazgos porque vienen al final y van a decantar naturalmente. Por ahora hay que tener unidad, tomar decisiones en bloque, respetarlas, defenderlas y salir a mostrar que hay otro proyecto de país, que el kirchnerismo no es el único”.
Por otra parte, Sanz advirtió que “un sector (del Gobierno) tiene un plan concreto que no tiene que ver con una reforma republicana de la Justicia, sino un plan que el Gobierno tiene en la cabeza sobre dos pilares centrales: la impunidad y la venganza, son como las Torres Gemelas».
“No hay ninguna noticia que tenga que ver con una reforma estructural republicana, consensuada, debatida, con participación de todos los actores. La idea es lograr impunidad, quitar todos los obstáculos que tiene en el camino gente del oficialismo y lograr venganza, tratar de involucrar a los más altos funcionarios del gobierno anterior para ver cómo podés hacer para que pasen por Tribunales”, dijo el ex titular del radicalismo.
«El objetivo de una reforma judicial es siempre el mismo, lograr una dependencia de la justicia a un proyecto político que ellos caratulan nacional, popular, revolucionario y transformador”, agregó.
De todas formas, el ex senador consideró que “la Justicia necesita una profunda reforma” porque “no está funcionando bien” y destacó que “los problemas de la Justicia son porque precisamente todo se ha politizado tanto que la sociedad no logra entender esa situación”, por lo que sostuvo que “la sana política tiene que meter mano en esto y generar debate sobre una reforma”.
Con respecto a la Corte Suprema, no se mostró seguro de que Alberto Fernández quiera modificar su integración y señaló que le “gustaría escuchar todas las voces del oficialismo”. Agregó que, aunque “la Corte está muy trabada en su funcionamiento”, no está seguro de que haya que incorporar más miembros y dijo: “Me gustaría que, con los cinco que están, la Corte funcionara mucho mejor”.
Sobre la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno, el dirigente de la UCR dijo que “una de las peores cosas en democracia es vivir con incertidumbre” y, a su vez, puntualizó que “estamos en una etapa con incertidumbre sobre cuánto va a durar (la cuarentena), cuáles son las herramientas de salida, cuál es el impacto en la economía”. Y aclaró: “Cuando digo certeza no es entrar en Disneylandia, puede ir mal también. Pero eso forma parte de un camino de salida con certidumbre, que hoy no la encuentro”.
A continuación, Sanz hizo hincapié en que “hoy todavía subsiste la incertidumbre de cómo va a funcionar un nuevo gobierno que venía de una situación especial: la que tenía los votos, de vicepresidenta, y el que no tenía los votos, de Presidente”.
“También hay una incertidumbre económica muy profunda porque nunca explicitaron un plan -añadió-, nunca se dijo cuál era el plan económico y se escudó siempre en los primeros meses en que el objetivo central era el arreglo de la deuda y para eso no había que mostrar plan porque era como mostrar el juego a los adversarios, una gran falacia. En marzo, la incertidumbre no existió en materia sanitaria y el gran respaldo de la sociedad al sanitarismo puro fue porque se había quitado incertidumbre”.
Sanz, que volvió a Mendoza para retomar su trabajo como abogado, no aceptó ningún cargo durante el gobierno de Cambiemos y hoy sigue activo en la política, pero sin estar en un primer plano.