Luna de Avellaneda

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La insistencia por el regreso de la noche neoliberal. Ferraresi en resistencia. La entidad peronista en la disputa y la necesidad de replicar la batalla a todo el conurbano.

La zona sur del conurbano bonaerense pareciera una vez más es la partera de nuestro futuro. En octubre del 45, el corredor Sur sacudió la política argentina con la imponencia y fuerza de su movilización para contribuir a la construcción de una de las páginas mas visitadas de la historia Argentina, un lugar siempre revisitado por toda la tradición Peronista que desde entonces se inauguró en nuestra nación. Más cerca, la protesta social, los cortes y piquetes que enfrentaron al neoliberalismo hizo de la zona sur un bastión de la resistencia. La penetración liberal en el movimiento nacional permitió la consolidación del proyecto antipopular por la vía democrática, la zona sur ofrecía uno de los resultados más evidentes de las consecuencias que este proyecto tenía para el conurbano bonaerense. La década que inicio en 2003 significó la recuperación del movimiento peronista como vehículo del proyecto nacional, el Kichnerismo revitalizaba la tradición peronista popular y ponía nuevamente al servicio de las mayorías la herramienta política construida por el Gral. Perón. Esta transición expone hoy en la zona sur la permanencia de dos tiempos históricos que se disputan su vigencia, dos referencias políticas que reclaman un tipo de entidad para el peronismo; el del regreso a la noche neoliberal o el de la profundización de la transformación popular. El joven intendente de Avellaneda, afronta esta disputa, y que se dispute es la buena noticia. Lo que se juegan en Avellanada es si el Peronismo volverá a ser el mascaron de proa de un proyecto neoliberal, de la mano de «Cacho» Álvarez Baldomero, o si la tradición peronista se sintetiza en la expresión Kichnerista que sostiene el intendente Ferraresi. Álvarez busca reeditar la historia, en campaña para el diputado corporativo Sergio Masa en su frente de «renovación», el ex intendente con mas de 27 años en la función publica (en 1987 fue Director Provincial de Entidades de Bien Público) insiste con llevar a Avellaneda de vuelta al pasado. Un cencerro conservador para el distrito, un faro de orientación para la restauración conservadora.

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Lo que se juegan en Avellanada es si el Peronismo volverá a ser el mascaron de proa de un proyecto neoliberal, de la mano de «Cacho» Álvarez Baldomero, o si la tradición peronista se sintetiza en la expresión Kichnerista que sostiene el intendente Ferraresi.

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La batalla de este distrito es un síntoma de este tiempo, las urnas tendrán su veredicto. El caso de Avellaneda toma una central importancia en la disputa política que hoy atraviesa la argentina, y es por una razón sencilla pero no frecuente, en este caso hay disputa. Esta reedición neoliberal renovadora se da en muchos lugares del conurbano, que la situación se conozca y que trascienda la disputa es la mejor de las noticias, pues implica que hay resistencia, que hay convicción y que hay un compromiso firme por continuar con este modelo de país. Esto implica enfrentar sin porosidad a las fuerzas conservadoras que se nominan renovación para instaurar la nueva restauración conservadora. Avellaneda esta librando esta batalla y todo lo que sucede en zona sur, cuando de peronismo se trata, siempre es un buen ejemplo para el resto del conurbano bonaerense. Donde no se firme esta expresa resistencia a la conservación «renovadora», será donde se pacte la nueva restauración.

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