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La impoluta imagen que esculpieron los medios del intendente tigrense Massa, se va desdibujando a medida que se empieza a conocerlo en profundidad. Empeñados en ensuciarla parecen estar sus propios aliados, como el intendente Jesús Cariglino. Es conocida la forma en que el intendente de Malvinas Argentinas, lleva adelante los asuntos de su comuna. Este actor crucial en el armado de Sergio Massa, es un auténtico “cacique” que gobierna su territorio como señor feudal. “El negro” como es conocido este panadero oriundo de Los Polvorines, está rodeado de una serie de escándalos que van en escalada continua desde que asumió la intendencia en 1995.
A trazo grueso, podemos hacer la siguiente retrospectiva. A poco de asumir se vio envuelto en un conflicto con el club CUBA, por el cual fue condenado a prestar tareas comunitarias. Luego se enfrentó con la comunidad homosexual cuando, en 1997, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza que prohibió a las parejas del mismo sexo el ingreso a hoteles alojamiento. En 2003 fue detenido, acusado por estafa, defraudación al Estado y negociaciones incompatibles con la función pública. Es larga la lista que acompaña a su poca transparente gestión, sumando casi 30 cargos en su contra. Pese a las pruebas, la Justicia determinó que la más clara evidencia que lo perjudicaba, un documento en formato digital, había sido fraguada. Con ese argumento, fue sobreseído en 2009.
En 2011 acompañó al ex presidente Eduardo Duhalde, presentándose a intendente en la misma boleta del Frente Popular, aunque luego propicio el corte de boleta para retener la gobernación municipal. Es sabido además cómo maneja los asuntos locales digitando personas, ubicando y desubicando a su antojo, mostrando un comportamiento casi mafioso.
A pesar del manejo discrecional del poder, las aguas no permanecen quietas dentro de la filas de este barón del conurbano. Como muestra la directiva de correr de la presidencia del bloque de concejales cariglinistas a Marcelo Benites, debido a que el presidente del Concejo, Alberto Cobreros (un íntimo amigo de Cariglino, sobre el cual se dice que le fue encomendada la tarea de manejar el cuerpo como si se tratase de un negocio mas) denuncia una operación destituyente en su contra, para que el citado Benites pase a ocupar la presidencia del Concejo. Siendo el mismo Cobreros quien ejecuta la orden dictada por el panadero de Los Polvorines, generando un ambiente confuso que deja perplejo al oficialismo, ante esta guerra entre dos cuadros pertenecientes a la primera línea del cariglinismo. Se llaman a silencio debido al temor a quedar envueltos en alguna maniobra que los haga caer en desgracia ante el cacique duhaldista, quien no pierde la expectativa de ser candidato a gobernador por el Frente Renovador que conduce Sergio Massa.
Como contrapartida, puede verse cómo se fortalece la candidatura a intendente de Rodolfo Tailhade, quien fuera electo en 2013 concejal por el Frente para la Victoria, recorriendo constantemente el distrito logrando la unidad de los sectores kirchneristas en el distrito, cosa que contrasta con la situación detallada más arriba en las filas de Cariglino.
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