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Durante la sesión del Concejo Deliberante de Tigre del 23 de septiembre se aprobó un proyecto de ordenanza presentado por el intendente Julio Zamora que otorgará seis hectáreas al Club Atlético Tigre en la localidad de Benavídez. Como es sabido, el presidente del club (figura que es digitada por Sergio Massa) es Rodrigo Molinos, quien a su vez es jefe del bloque de concejales del Frente Renovador tigrense.
A esto se le suman las crecientes dificultades que vienen sufriendo los beneficiarios del plan Procrear, sobre todo a la hora de conseguir terrenos para construir una vivienda única. Pueden contabilizarse más de 400 reclamos de vecinos en búsqueda de una solución a la falta de terrenos en Tigre. De esta manera puede verse que en territorio massista allí donde existe una necesidad, en lugar de surgir derechos, surgen y se agrandan negociados.
El Concejo Deliberante funciona como escribanía de todas estas operaciones que se traducen en millones de dólares. Salvo los 3 concejales del Frente para la Victoria local, los concejales cumplen un rol de «levantamanos seriales». Esta es la única manera con la que puede aprobarse con total celeridad ordenanzas de este estilo. Vemos de esta forma cómo se suben sistemáticamente las tasas municipales, y se crean otras nuevas, como la tasa vial, destinada a crear una «caja chica» para la campaña de Massa.
Es así como el municipio prioriza entregar tierras a un club que tiene otros centros de deportes, un estadio y dinero suficiente para comprar su terreno, e invisibiliza reclamos habitacionales de los vecinos de su distrito beneficiados por las políticas inclusivas del gobierno nacional.
Esto demuestra que Massa ensaya un Tigre para unos pocos, para extenderlo luego a todo el pais.
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