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Hoy la historia encontró al destino. En la ciudad de Olavarría se encontró con su padres, con su abuela y con su historia. La nación Argentina, por fin, despierta el destino de aquel niño, a quien lo espera el más cálido los abrigos conocidos. Junto a los brazos de esa abuela irá el amor de todo el pueblo Argentino. Un abrazo interminable, que inunda de amor, de sueños y de compromisos. La vieja y el pibe, hoy, conquistaron su destino.
La historia vivía en culpa, con quien fundó a fuerza de amor y compromiso un faro para todas las generaciones de una época. Hoy todos los Argentinos somos menos clandestinos, más abuela y menos olvido.
La sociedad Argentina construyó, de la mano de estas viejas, un nunca más para todos los argentinos. Las nuevas generaciones construyen hoy y de su mano un para siempre que sellará un nuevo camino. El para siempre que superará al olvido. La historia parió hoy futuro y la abuela nació hoy de nuevo. Gracias vieja y gracias Néstor.
Quisiera que me recuerden…con la mirada de Estela abrazando a su nieto.
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