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Se cumplen 9 años de un hecho histórico que marcó un punto de inflexión en la historia de América Latina. Aquel 4 de noviembre de 2005 significó el entierro del pasado neoliberal.
El ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) contemplaba la reducción de barreras arancelarias en los países de la región, sujetando de este modo al continente a los intereses norteamericanos. En este sentido, George Bush trató de dar impulso a esta iniciativa en la Cumbre de las Américas en Mar del Plata.
Sin embargo, la respuesta de los países latinoamericanos corrió por dos andariveles. La disputa hacia dentro de la mencionada cumbre, por un lado, y la movilización de los sectores populares mediante la Cumbre de los Pueblos. En la primera, todas las naciones participantes rechazaron de plano la propuesta. En ese contexto se destacó la actuación de Néstor Kirchner con un discurso memorable en el cual se mostró como el líder del proceso de integración regional.
Por otro lado, la movilización de la Cumbre de los Pueblos contó con la participación de 50 mil personas que se convocaron en el estadio Mundialista de Mar del Plata. En ese marco, las principales figuras de dicho acto fueron Luis D´Elía, Diego Maradona, Evo Morales (quien se preparaba para ser electo presidente), cerrando Hugo Chávez con su inmortalizada expresión “ALCA, ¡al carajo!”.
Rememorar este suceso cobra una significación mayor teniendo en cuenta la coyuntura actual, la cual no podría explicarse sin considerar este hecho como fundante del despertar y despliegue de los sectores populares en todo el continente. A partir de aquí, las consignas de soberanía e integración regional dejaron de estar vacías de contenido para adquirir realidad efectiva que se fue consolidando en el devenir de estos años.
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